La transición energética aprieta el pedal del acelerador. Después de más de una década de estancamiento, con solo dos pequeños parques solares en funcionamiento (Binissafúller y Son Salomó), la producción de energía fotovoltaica va a dar este año un salto de gigante. Proyectos de parques solares que llevan años bregando en los despachos comienzan a dar frutos. En primavera se sumó al listado de productores el parque Royal Son Bou, la semana pasada se anunció la puesta en marcha de Son Salomó 2 y ahora los promotores de los parques Ses Vinyes 1 y 2 (ubicados en el término de Es Mercadal) confirman que también están funcionando. Menorca ya cuenta así con seis instalaciones de generación fotovoltaica vertiendo energía a la red.
La entrada en el sistema eléctrico insular de estos cuatro nuevos productores, que será paulatina, permite multiplicar por once la potencia instalada. De los 5,1 megavatios (MW) que sumaban los parques de Binissafúller y Son Salomó se ha pasado de un plumazo a 56,6 MW, a los que habría que sumar las pequeñas instalaciones de autoconsumo que vuelcan sus excedentes a la red. Son Salomó 2 es sin duda el que se lleva el mayor protagonismo en esa potencia instalada, con casi 50 MW, pero no son desdeñables los 5,4 MW que generan conjuntamente Ses Vinyes 1 y 2, construidos en terrenos contiguos en la carretera de Maó a Fornells, ni los 1,18 MW del Royal Son Bou.
El listado de parques de generación renovable podría ser mayor si no fuera porque hay en estos momentos tres instalaciones que llevan meses terminadas y que no pueden aportar energía al sistema porque están a la espera de poder conectarse al transportista en alta tensión (Red Eléctrica) o al distribuidor en media tensión (Endesa). El caso más llamativo, por su envergadura, es el del parque denominado Agrisolar (Es Mercadal), con una potencia ya instalada de 20 MW, que está a la espera de que Red Eléctrica acometa una ampliación de la subestación de Es Mercadal.
También hay dos parques de dimensiones más pequeñas que están a la espera de poder conectarse a la red de media tensión, responsabilidad de Endesa, distribuidor único en Balears. Se trata de Rafal Sun (Ciutadella) y Tornaltí Sun (Maó), ambos del mismo promotor y que suman 2 MW de potencia. El nerviosismo de los promotores crece porque están en juego el cumplimiento de los plazos para poder recibir subvenciones aprobadas.
¿Y todo eso qué beneficios o ventajas tiene para los consumidores menorquines? NINGUNO. ¿Supone toda esta inversión y gasto enorme, alguna rebaja en el precio que nos cobran en las facturas de la luz? NO. Estamos ante la mayor estafa a nivel planetario que se ha perpetrado jamás en toda la historia del mundo. Un gigantesco cuento chino para arruinar a occidente en beneficio de China, India y Rusia, que siguen multiplicando por diez cada año sus industrias contaminantes y su consumo de carbón y petróleo, mientras aquí en Europa nos estamos yendo al carajo entre todas estas restricciones y prohibiciones en aras del maldito cambio climático, que en ningún caso es causado por el hombre, porque cambios climáticos los ha habido y los habrá desde que existe este planeta y millones de siglos antes de la aparición del ser humano.