Ya ha corrido la fecha límite que el gobierno de Ciutadella en minoría se había marcado para evitar prorrogar los presupuestos de este año. Este jueves se cumplió el plazo fijado por la alcaldesa Juana Mari Pons, pero la opción de recabar el apoyo necesario de la oposición para aprobar a contrarreloj las cuentas del consistorio para el próximo año se mantiene vigente.
Las negociaciones, que se retomaron el pasado lunes con discreción, parecen ir por buen camino, hasta el punto que el equipo de gobierno se ha marcado un nuevo plazo para poder dar luz verde a los presupuestos, este próximo lunes 4 de diciembre.
Si para entonces existe acuerdo suficiente con alguno de los grupos de la oposición, llevará con urgencia el presupuesto al pleno para su aprobación. Para evitar interferencias o manifestaciones que puedan dificultar el entendimiento entre las partes, no habrá declaraciones públicas hasta entonces.
El rechazo unánime de la oposición a los presupuestos que el PP llevó al pleno del pasado martes 21 obligó a la alcaldesa a citar nuevamente a las portavoces en busca del consenso. Está en juego el pago del incremento retributivo pactado con los trabajadores, así como las subvenciones y diversos servicios públicos, que no podrían mejorarse en caso de no aprobarse las cuentas.