La Sala Multifuncional de Es Mercadal acogió este jueves por la tarde la conferencia de Manu Pineda, presidente de la DPAL (Delegación para las relaciones con Palestina), sobre la actual situación del conflicto entre Israel y Palestina, con Hamás de por medio.
Máxima representación en el Parlamento Europeo para las relaciones con el Estado palestino, Pineda afirma que su cargo tan solo es un «formalismo». Según el político malagueño, el poder práctico recae sobre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, con quien ha tenido sus más y sus menos y a quien acusa de apoyar a Israel, un país con un «régimen sionista».
Eurodiputado por Izquierda Unida, es conocido por su activismo y militancia propalestina. De hecho, en septiembre de 2011 se trasladó hasta la Franja de Gaza en calidad de brigadista de Unadikum, asociación que brinda apoyo al pueblo palestino. Estuvo trabajando sobre el terreno tres años y ha vivido «dos masacres en primera línea». «Primero la de 2012 y después la de 2014, que fue la más agresiva y destructiva antes de esta. Solo en la primera semana de la actual masacre ya hubo más personas asesinadas, más colegios de la ONU y hospitales bombardeados que en los 51 días que duró la de 2014», explica sin tapujos Manu Pineda.
El activista andaluz estaba en el hospital Al-Wafa, el único hospital de rehabilitación en Gaza y Cisjordania, en el momento en que este fue bombardeado por las fuerzas israelíes en julio de 2014. «Nos avisaron de que iban a bombardear y me metí con una chica venezolana dentro del hospital como escudo humano, que era nuestra función. Tuvimos que evacuar a los heridos en medio del humo y de los escombros», detalla sobre el ataque.
Al haber sido también bombardeadas dos ambulancias, los equipos de protección palestinos solicitaron la presencia de ambos brigadistas para acompañar una ambulancia que estaba de servicio. «No pasó nada en la que íbamos nosotros, pero al final de la agresión habían bombardeado 45 ambulancias», subraya.
Conflicto permanente
Pese a tratarse de un conflicto latente en la zona desde 1948 y que se remonta hasta finales del siglo XIX, la actual escalada de violencia parece ser el pico más alto de todos los vividos hasta la fecha.
«El gran objetivo del movimiento sionista mundial es llegar de Irak hasta Egipto, tal y como indican las dos barras azules de la bandera de Israel, que representan al río Éufrates en la de arriba y al Nilo en la de abajo. Se trata de una fase permanente con varios picos de intensidad. La expulsión de los palestinos de la Franja de Gaza, el territorio con mayor densidad de población del mundo, es una fase más para ir tomando piezas y llegar finalmente de un río a otro», argumenta Pineda repasando los orígenes del conflicto.
Por tanto, el eurodiputado considera que este cobra más importancia a nivel mediático ahora porque «también hay muertos israelíes». «Tenemos que exigir a nuestros representantes que lleven al presidente israelí Netanyahu ante la Corte Penal Internacional», sentencia.
El apunte
«Estamos viendo una Europa en la que se criminaliza la protesta»
Mientras que las tensiones entre España e Israel va en aumento tras la retirada este jueves de forma indefinida de la embajadora israelí en Madrid, Rodica Radian-Gordon, el resto de Europa vive unas semanas tumultuosas por las protestas en favor de la libertad de Palestina y contra la ocupación de sus territorios. Manu Pineda considera que en los países vecinos se está «criminalizando la protesta». «Salir con una bandera de Palestina en Francia supone apología al terrorismo», indica, haciendo alusión también a las prohibiciones de manifestaciones en Alemania y Reino Unido.