El año pasado, en Menorca, se contabilizaron cuatro denuncias por presuntas negligencias médico-sanitarias, un dato que se enmarca dentro de la situación general de las Illes Balears, que es, según el Defensor del Paciente, es la comunidad autónoma que «encabeza la zona baja de la estadística con 167 casos», lejos de Madrid (3.118), Andalucía (2.289) y Catalunya (1.406), que encabezan el ránquing.
Las 167 denuncias registradas en Balears, 124 correponden a Mallorca, 37 a Eivissa, 4 a Menorca y 2 a Formentera. Y del total de casos, en 5 de ellos hubo el resultado de muerte.
Desde la asociación Defensa del Paciente destacan que los asuntos problemáticos están por debajo de la media de las últimas décadas, que es de 216, habiéndose producido «49 casos menos de lo que es habitual».
En este sentido, solo en Ceuta y Melilla (11 casos), La Rioja (49) y Navarra (87) hubo menos denuncias que en el archipiélago balear.
En cuanto a los hospitales, los más denunciados, por este orden, son el de Son Espases y Son Llàtzer en Mallorca, Can Misses en Eivissa, y Manacor.
El punto débil
El verdadero problema del Ib-Salut son las listas de espera, que son el principal motivo de denuncia por parte de los pacientes, seguidas de las especialidades de cirugía, urgencias, traumatología y ginecología y obstetricia.
El retraso medio para cirugías es de 122 días, por encima de la media nacional, con 13.861 pacientes en espera. Y son «los servicios de cirugía general y digestiva, cirugía ortopédica y traumatología, oftalmología y otorrinolaringología, los procesos quirúrgicos donde los valores repuntan con mayor número de pacientes». El Defensor del Paciente constata que en Menorca, como en Eivissa y Formentera, falta personal, porque «los médicos de familia no quieren ir por el precio de la vivienda».