Los barcos de recreo particulares no se podrán alquilar a turistas a partir del próximo 1 de julio, tal y como prevé el nuevo Reglamento de Ordenación de la Navegación Marítima, aprobado el pasado mes de marzo. De este modo, las expectativas de negocio que se habían abierto en la Isla se verán frustradas, como mínimo, hasta el 2025, aunque está sobre la mesa la opción de que en Balears finalmente no se llegue a permitir la posibilidad de explotar con fines lucrativos las embarcaciones de uso privado.
El aplazamiento de la entrada en vigor del alquiler de embarcaciones entre particulares lo comunicó este jueves el director general de la Marina Mercante, Gustavo Santana, al presidente de Apeam, Santiago Mayol, y al presidente del área del chárter náutico de la patronal, José María Jiménez, en una reunión mantenida por videoconferencia, según ha podido confirmar este diario.
Prohibición en Balears
Desde el órgano dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, informaron de que, previsiblemente, la norma que permite el alquiler de embarcaciones de recreo de uso privado durante tres meses al año se acabará modificando, por lo que de momento se optará por aplazar su entrada en vigor hasta el 1 de julio de 2025.
Asimismo, desde el Ministerio no se descarta la posibilidad de que finalmente se excluyan de la norma las zonas del litoral más saturadas, y que cuenten con un mayor número de empresas profesionales dedicadas al alquiler de embarcaciones, como es el caso de las Illes Balears.
La nueva normativa, aprobada mediante el Real Decreto 186/2023, establece en el artículo 9 que los propietarios de buques y embarcaciones de recreo deberán solicitar una autorización expresa si quieren optar a un cambio temporal de uso privado a comercial. Con esto, cualquier embarcación registrada en la lista séptima (privadas sin fines lucrativos) podrá explotarse como si fuera de la lista sexta (destinadas a fines lucrativos y comerciales), durante un plazo no superior a los tres meses anuales.
Alivio en el sector
La aprobación de la norma, el año pasado, fue recibida de manera muy negativa por el sector del chárter, que la consideró como una afrenta, que abría la puerta al intrusismo profesional y al descontrol de la actividad. Ahora, en cambio, el anuncio del aplazamiento de su entrada en vigor, así como su posible modificación, ha causado satisfacción. En este sentido, la representante de Apeam en Menorca, Rosa Cardona, celebraba este viernes la noticia, aunque desconocía los detalles del anuncio. «Si se confirma, estaríamos muy contentos, porque cuando se aprobó ya dijimos que no lo considerábamos factible», afirma. Además, Cardona considera que la norma, lejos de regular la oferta ilegal de alquiler de embarcaciones en Menorca, contribuiría a incrementarla. «Pasaría lo mismo que con las viviendas turísticas, porque la similitud es muy evidente», remarca. Desde Apeam ahora piden que se extreme la vigilancia para evitar el alquiler ilegal.
A ver, me parece muy bien eso... pero que tal hacer controles de lo qué se alquila, cómo y dónde? Desde años hay unos listillos que alquilan barcos a "su" manera, limpiándolos dónde no toca y cobrando seguramente en B y sin ningún seguro...