El sector turístico menorquín apuesta de manera decidida por la temporada turística de nueve meses, pero este afán topa con las dificultades para encontrar el personal necesario para completar las plantillas, principalmente a causa de la escasez de viviendas a precios asequibles, lo que está provocando que cada vez sean menos los trabajadores de temporada de la Península que vienen a la Isla.
Esta situación ha llevado a que los empresarios del sector se vean obligados a contar cada vez más con los trabajadores locales, así como a ofrecer alojamiento al personal que viene de fuera en los mismos hoteles o en apartamentos. Además, para ayudar a paliar este problema, los sindicatos y el Consell han puesto el punto de mira en los 2.000 parados estructurales que hay en Isla, con el objetivo de poder reconducir al mayor número posible hacia el sector turístico.
Reinserción en el turismo
El objetivo de canalizar a los parados de la Isla hacia el sector turístico, se abordó esta semana en el marco del Consell Econòmic i Social de Menorca (CES), donde se ha acordado la creación de una comisión específica para poner en marcha acciones para esta misma temporada. De esta manera, se podría dar una salida laboral a estas personas y, al mismo tiempo, disminuir la dependencia del sector respecto a los trabajadores foráneos.
El conseller de Cultura, Educación, Juventud y Deportes, Joan Pons Torres, explica que desde la patronal y el sector turístico también han puesto esta cuestión encima de la mesa, «porque no se entiende que existan 2.000 parados estructurales y, a la vez, el sector tenga dificultades para encontrar personal». Por ello, todos los integrantes del CES han acordado impulsar una comisión específica para el mercado laboral de la Isla, con el objetivo de aportar medidas concretas para estos parados, como pueda ser la puesta en marcha de cursos de formación enfocados a los ámbitos en los que hay falta de personal. «Queremos que los resultados se puedan notar esta misma temporada, y para ello hemos incluido al Soib en esta comisión, para que puedan trabajar junto a nuestros técnicos de ocupación», añade Torres.
En esta misma línea se pronuncian los sindicatos, desde donde insisten en que es necesario analizar la situación para ver cuáles son los perfiles de estas personas. «Lo que no puede ser es que busquemos a trabajadores de fuera de la Isla y después tengamos a tantos demandantes de empleo aquí», subraya Servando Pereira, secretario general de UGT en Menorca. Por ello, desde el sindicato también apuestan por poner en marcha acciones formativas para ofrecerles una salida este mismo verano. «Si podemos recuperar para esta temporada a 100 o 200 trabajadores, ya estaremos satisfechos, y a largo plazo ya veremos qué pasa con los demás», apunta Pereira.
Desde CCOO, Antonio Soria también se muestra favorable a la iniciativa. «Nos parece buena idea, aunque esto no va a solucionar el problema de la mano de obra en el sector turístico, pero se trata de hacer un estudio y ver a cuánta gente podemos rescatar».
Alojamiento y plantillas locales
Para hacer frente a la falta de mano de obra que provoca el encarecimiento de la vivienda, los hoteleros se ven obligados cada vez más a ofrecer alojamiento a los trabajadores de fuera de la Isla. «Los hoteles vuelven a la fórmula de las habitaciones para el personal, y ya se están adaptando habitaciones e incluso apartamentos para el personal», señala Sebastià Triay, presidente de la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome).
Desde el gremio de la restauración, Antoni Sansaloni también confirma las dificultades para encontrar personal por culpa de la crisis de la vivienda. «Los que siguen viniendo de fuera son los que hace muchos años que hacen la temporada en la Isla, y tienen alquileres desde hace tiempo. En cambio, a los que vienen nuevos les cuesta mucho encontrar alojamiento, porque los propietarios prefieren el alquiler vacacional, que proporciona más ingresos», asegura.
En este sentido, el presidente de la Asociación de Hostelería y Restauración de Menorca, José Bosch, también señala que los grandes grupos de restauración están invirtiendo en comprar viviendas para los trabajadores, pero lamenta que «este dinero tendría que servir para renovar los locales y no para invertir en casas».
Otra solución para no depender de los trabajadores de fuera de la Isla que tienen problemas para encontrar alojamiento, es la apuesta cada vez más importante por la contratación de trabajadores locales. Es el caso del grupo hotelero Minura Hotels, cuyo director general, Luis Casals, asegura que han trabajado para equilibrar su plantilla, que en estos momentos está formada en un 70 por ciento por empleados que residen en Menorca. Además, desde hace más de una década el grupo cuenta con un complejo de apartamentos para el personal que viene de fuera.
Falta de vocaciones
Desde las empresas de hostelería y la restauración también detectan una falta de interés cada vez mayor por los trabajos relacionados con el sector. «Una de las tareas que tenemos pendientes es incentivar a la población local para que vuelva a la hostelería, y poder sustituir así a la gente que ya no viene de fuera», afirma José Bosch. En este sentido, la pandemia supuso un punto de inflexión, asegura Fernando Estrade, director del Club Hotel Aguamarina. «Mucha gente que trabajaba en el sector se fue de la Isla durante la crisis sanitaria y ya no han vuelto, y ahora los puestos de responsabilidad son muy difíciles de cubrir», lamenta.