En todas las instituciones de Menorca, Consell y ayuntamientos, se honró este lunes con un minuto de silencio a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Se recordaba de este modo, transcurridos veinte años, el atentado más salvaje que ha sufrido España, las explosiones en los trenes de Madrid que dejaron 192 personas asesinadas y casi dos mil heridas.
En la concentración frente a la sede del Consell en Maó, Carmen Reynés, presidenta accidental de la institución debido a la ausencia de Adolfo Vilafranca -quien participaba en la Conferencia de Presidentes de Balears en Palma-, se dirigió a los asistentes para expresar su «condena rotunda del atroz atentado que marcó la historia» y que sacó a la ciudadanía a las calles para manifestar su rechazo «a todo tipo de violencia».
Era inevitable ayer preguntarse y preguntar por la cotidianedad de esa mañana terrible en la que se produjeron los atentados. Muchos de los actuales protagonistas de la vida política insular no estaban entonces en la primera línea de la actividad pública.
Carmen Reynés acababa de ser madre cuando se produjo la masacre, «había tenido a mi hija el 7 de marzo» y confiesa que sus emociones estaban a flor de piel, «piensas en los fallecidos y en las secuelas de por vida para los heridos y las familias, y en cómo puede existir tamaña crueldad, lo viví entre la alegría porque acababa de ser madre y la tristeza», comentó tras el acto institucional. Reynés no estaba activa en política en 2004 aunque sí era ya afiliada al Partido Popular.
El recuerdo desde la universidad
Del mismo modo los portavoces actuales de la oposición, Susana Mora, del PSOE, y Josep Juaneda, de Més per Menorca no estaban en política con sus respectivos partidos, ambos eran estudiantes universitarios.
Mora afirma que las imágenes del atentado «son de aquellas que recuerdas toda la vida»; la consellera estaba cursando estudios de Derecho en Barcelona «y como iba a clase por la tarde en seguida lo vi todo en televisión, fue durísimo por varios motivos, por la crueldad de las imágenes, la incertidumbre y por temas personales, porque teníamos familia en Madrid que coge el tren en Atocha cada día, era una locura, teléfonos que no funcionaban...», recuerda.
No militaba aún en el PSOE, al que se afilió en 2011 y con el que llegó a ser presidenta del Consell, «pero puedo decir que sí era votante socialista». Transcurridos 20 años cree que es importante recordar el 11-M, «nos debemos a la memoria de aquellos que ya no están y sobre todo a la lucha contra el terrorismo de todo tipo porque no estamos exentos, por desgracia, de que cosas así puedan volver a pasar».
Un punto de inflexión
El portavoz de Més en el Consell, Josep Juaneda, el 11 de marzo de 2004 estudiaba Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la universidad, en Barcelona. «Estaba en clase cuando me enteré y fue un golpe muy fuerte, un día triste para las víctimas y las familias, y un paso atrás en el avance de las sociedades democráticas, un golpe a los valores de la paz y también un punto de inflexión en la política española», opinó ayer.
Para el conseller aquellos trágicos momentos marcaron un antes y un después porque «se ha acentuado esa polarización que nos hace centrarnos en aquello que nos diferencia y no en lo que nos une, eso se ve ahora en la subida de la extrema derecha y en que la gente cada vez está más desconectada, no solo entre ellos y sino también de la política».
Calamar boverAlfredo Pérez Rubalcaba, progresista ,"los españoles no nos merecemos un presidente que nos mienta" lo dijo por Aznar. Y del PERROSANCHES que me dice calamaaarrr...?