La construcción de viviendas en Menorca se desploma por el coste de las hipotecas

El año 2023 se cerró con valores negativos en el número de obras visadas en Menorca, en el presupuesto y superficie de esos proyectos y en la construcción de viviendas tanto unifamiliares como bloques de pisos, que cayó cerca de un 44 por ciento en relación con 2022. El parón en la promoción y construcción inmobiliaria se reflejó en todos los indicadores del balance anual de visados de obras que realiza el Colegio Oficial de Arquitectos de Balears (COAIB).

«Esperamos que se estabilice la bajada, más importante en Menorca que en las otras islas, cuando el coste de las hipotecas se modere», declaró el presidente de la demarcación insular del Colegio, Enric Taltavull, durante la presentación del informe. El alza de los tipos de interés ha encarecido los préstamos hipotecarios y eso ha provocado un frenazo en la compra-venta de viviendas, que tiene su reflejo en la construcción y en las obras visadas por los arquitectos. «Hay más rehabilitación, los proyectos son de menos envergadura y no se debe descartar que los retrasos endémicos en la concesión de licencias generen una retracción en la redacción de proyectos», explicó Taltavull, «simplificando obras para evitar el colapso de las licencias de los proyectos».

El año pasado se realizaron un total de 646 obras en Menorca, un 7,45 por ciento menos que en 2022, y se rompió así la recuperación que se vivió ese año tras la pandemia. El número de viviendas nuevas visadas fue de 161, lo que supone un 43,9 por ciento menos que en 2022, cuando se visaron 287. El cierre del año en este apartado fue «muy negativo», señala el informe de los arquitectos, con un comportamiento irregular de los datos pero siempre en bajada, en concreto un descenso mensual de un 1,38 por ciento entre enero y julio, que se intensificó más a partir de ese mes y hasta diciembre, situándose en un 8,92 de caída cada mes.

Menos presupuesto

El año pasado fue un mal ejercicio también en cuanto al presupuesto que movieron las obras visadas, en total 99 millones de euros, un 27,06 por ciento menos que el año anterior, cuando los presupuestos de los proyectos visados sumaron 136 millones de euros. En cuanto a la superficie que suponen los proyectos visados, fueron 122.000 metros cuadrados frente a los 161.000 del año anterior.

Si bien la construcción de viviendas unifamiliares había tirado de la actividad en 2022, llegándose hasta los 165 proyectos visados, en 2023 este apartado también sufrió un retroceso, siendo 106 las obras visadas, un 35,76 por ciento menos. La vivienda unifamiliar, que alcanzó el máximo histórico en 2006 con 393 obras visadas y el mínimo en 2013, con 32, vuelve ahora al nivel de 2021.

En cuanto a las viviendas plurifamiliares, se han visado 55, menos de la mitad de las que se construyeron el año anterior. En concreto, la variación es de casi un 55 por ciento menos de plurifamiliares visadas en el año 2023 respecto al 2022. Incluso se visaron menos que en 2021, según la memoria anual del COAIB.