Entre 2022 y 2023, el número de ganaderías inscritas en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen (CRDO) Mahón-Menorca se redujo de 103 a 98. Igualmente, la producción de leche de estos llocs bajó de 39 a 38,2 millones de litros en un año. Sin embargo, se destinó una mayor cantidad de leche a la fabricación de queso con sello DO, pasando de 29 a 31,5 millones de litros, y aumentó la cantidad de kilos comercializados, de 2.516.411 a 2.560.489.
Estos datos son representativos de la apuesta que está haciendo el sector. «Se está destinando más leche a hacer queso, porque tiene más valor añadido que venderla para embotellarla», señala el presidente del CRDO Mahón-Menorca, Bosco Triay. «Con la pandemia se dejó de embotellar tanto y los operadores decidieron destinar más a la producción de queso». Algo que ha servido para incrementar, no solo la fabricación, sino también las ventas.
Y es que, de 2022 a 2023, este incremento de queso con DO comercializado ha hecho aumentar el valor de la mercancía, de 23,9 a 24,3 millones de euros.
De hecho, los ganaderos también están apostando por la producción quesera, el año pasado había 50 queserías y otras 44 artesanas, mientras que en 2022 había 46 y 40, respectivamente.
Entre todos los productores de queso con denominación de origen, el último ejercicio cerró con 3.703.132 kilos de queso elaborado, dato que supera a los 3.427.757 kilos registrados doce meses antes. Unas cantidades que llegan a 41 países, cuando un año atrás lo hacían a 37.