PP y Vox han evidenciado su sintonía en el pleno del Consell para rechazar la propuesta de acuerdo del PSOE en la que se instaba al Govern a no suprimir la Comisión de Medio Ambiente de las Illes Balears, una medida que el Ejecutivo de Marga Prohens tiene previsto aprobar este viernes, en el marco del decreto de simplificación administrativa.
El texto de los socialistas, que contó con el apoyo de Més per Menorca, también exhortaba al Govern a «incrementar los recursos humanos y económicos de la Comisión, con el objetivo de reforzar y agilizar los procedimientos de evaluación ambiental para garantizar un alto nivel de protección del medio ambiente». En este sentido, el conseller Josep Pastrana señaló que las demoras de la Comisión se producen en el proceso de elaboración de los informes, y por ello son necesarios más recursos.
Por su parte, Josep Juaneda se mostró contrario a la supresión de la Comisión por considerar que «añadirá presión sobre los técnicos y los políticos», y lamentó que representará un retroceso en cuanto a transparencia, puesto que «hasta ahora los plenos eran públicos».
Organismo obsoleto
Desde el PP, Simón Gornés afirmó que la Comisión «históricamente ha sido un órgano cuestionado», y explicó que con su eliminación se pretenden eliminar las «injerencias políticas». También remarcó que con el cierre de la Comisión no se eliminará ninguna garantía ambiental. «Entendemos que la Comisión es un organismo obsoleto del que se ha hecho un uso partidista», concluyó.
Por su parte, Maite de Medrano subrayó que Vox tiene «una manera distinta de la izquierda sobre cómo defender el medio ambiente», y remarcó que el Govern «tiene la legitimidad de enfocar las políticas ambientales como considere oportuno».