Son casi una veintena de patos, una bandada que lleva varios días deambulando por las calles de Sant Climent para sorpresa de sus habitantes, que no saben de dónde han salido ni por qué han decidido instalarse en este núcleo de Maó. La familia avanza ordenada entre los coches estacionados y se desplaza por las casas de campo de la zona, de hecho, desde el domingo han hallado refugio temporal en el gallinero de una vivienda cuya inquilina, apenada por la suerte que puedan correr los animales, les está buscando familias de adopción. Este martes dos fueron acogidos por una pareja que dispone de huerto y prometió cuidarles, pero el resto del grupo seguía a la espera.
La difusión de que la bandada busca hogar se realiza a través de las redes sociales (el perfil de Animalillo Menorca, en Facebook) y también del centro zoológico de Alaior, Lloc de Menorca. Todo ello, alegan las vecinas que se han puesto al frente de esta medida desesperada, con el objetivo de salvaguardar su integridad y al mismo tiempo evitar que provoquen un accidente de tráfico, ya que el grupo se mueve por el pueblo y por las tanques próximas a una carretera muy transitada, especialmente en estas fechas, y podría ser atropellado o generar la colisión de algún vehículo.
Aparecidos por sorpresa
El origen del nutrido grupo de ánades se desconoce, nadie sabe si se han escapado de un prado cercano o de una granja, pero lo cierto es que nadie sabe qué hacer con ellos. «No sabemos si podemos cogerlos, meterlos en una furgoneta y llevarlos a otro sitio, como Son Bou, Canutells o Cala en Porter, ni qué repercusión podría tener hacer algo así, pero lo cierto es que nadie se hace cargo», explica una residente de la localidad. En estos casos la primera idea es recurrir a los ecologistas del GOB, pero desde el Centro de Recuperación de la Fauna se les informó de que los patos no entran en su ámbito de actuación, centrado en el cuidado de especies autóctonas y silvestres heridas o en peligro; el destino de la bandada de patos bien podría ser el sacrificio, así que ante esa tesitura, una vecina en particular ha optado por acogerlos y poner en marcha su particular campaña en búsqueda de hogar para las aves.
La Policía Local de Maó fue advertida de la presencia del grupo de patos pero tampoco resolvió el problema, entonces se recurrió al centro zoológico Lloc de Menorca, que no se los puede quedar. «Los patos mudos no son compatibles con las ocas» que hay en el parque, explicó este martes el responsable del zoo de La Argentina, Lluís Mir, y el lloc no tiene capacidad para adoptar todos los animales que van apareciendo por las calles, entre ellos, gallinas o agapornis, «somos un centro privado, sin ayudas, nuestra labor es por amor a los animales pero no podemos hacernos cargo de todos, lo que sí vamos a hacer es ayudar con la difusión para que se adopten». La vecina que los guarda y sus hijos, que empatizan con los pobres animales y su futuro, no pierde la esperanza de que el centro zoológico pueda ser el final feliz de alguno de los patos, ahora que ya no está la bandada entera. De momento, la búsqueda de casa con un poco de tierra en la que puedan residir continúa. «No entiendo cómo nadie los reclama ni nos ayuda ni les hace caso», afirma.
El apunte
Nadie sabe qué hacer con ellos, las administraciones no dan respuesta
Ni el Ayuntamiento de Maó ni el Consell han ofrecido información sobre cómo se debe actuar en situaciones como esta: cuando aparecen animales asilvestrados en una población, los vecinos no saben cómo actuar. La Concejalía de Medio Ambiente del municipio no tenía este martes constancia de la presencia de este grupo de patos en Sant Climent, aunque los residentes aseguran que lo primero que hicieron fue avisar a la Policía Local. Desde el Consistorio señalan que la competencia es del Consell insular, pero la institución, preguntada por este diario, remitió al Ayuntamiento. De este modo, la bandada de patos de Sant Climent ha entrado de lleno en el limbo administrativo y competencial.