Con acusaciones de «falta de lealtad» por parte del equipo de gobierno del PSOE, los grupos en la oposición en el Ayuntamiento de Maó han frenado la actualización de precios públicos para las prestaciones de servicios, tanto en instalaciones deportivas, como en las escuelas municipales. Ha sido en el pleno de este miércoles y cuando los socialistas daban por hecho el apoyo de los otros partidos, al haber «consensuado» el documento en las comisiones previas.
Con el trabajo hecho y teóricamente pactado, el equipo de gobierno elevó al pleno la actualización de precios para que pudieran aplicarse en septiembre. Las tarifas que regulan el uso de las instalaciones deportivas están vigentes desde 2013 y, según expuso la concejal de Régimen Interior, Elena Costa, es preciso revisarlas, porque «el coste del servicio es de 1,5 millones» y con lo que se recauda a través de los usuarios apenas se «cubre el 36,24 por ciento», alrededor de medio millón de euros. Así, con la actualización «se podría cubrir el 55,47 por ciento» para «garantizar una mayor inversión en las instalaciones, para dar un servicio más amplio y de más calidad».
En cuanto a las escuelas municipales, que son unos «servicios más deficitarios» que los deportivos, representan un coste de 336.00 euros, que las cuotas de los usuarios permiten recuperar en un 19,15 por ciento. Así, con la revisión que se planteaba se elevaría hasta el 23,88 por ciento.
No más cargas a los vecinos
Desde Ara Maó, los antiguos socios de gobierno, «no tenemos la más mínima intención de subir precios», indicó Jordi Tutzó. Porque entienden que son servicios públicos que hay que fomentar, para que nadie se quede sin poder desarrollarse deportiva y culturalmente. Sin embargo, «por responsabilidad» tampoco «nos opondremos, nos abstendremos». Porque «somos conscientes» del desfase de los precios.
En su último pleno, para el portavoz del PP, Mateu Aínsa, lo de Ara Maó es «ponerse de perfil». En cambio, tanto los populares como el concejal no adscrito, Xisco Cardona, votaron ‘no' a la propuesta. El ex de Vox, «no es porque no esté de acuerdo en la revisión de precios, es por una cuestión política, tuvieron ocho años para hacerlo», y no ahora con el beneplácito de la oposición.
Aínsa reconoció que «el trabajo que han hecho [el PSOE] está bien hecho» y dijo que no caerá en saco roto. Pero justificó «ahora» su rechazo, porque «no permitiremos que aumente la carga impositiva a los mahoneses», sin antes saber qué ocurrirá con impuestos y tasas como las del agua o los residuos. «Los precios se han de subir», pero «compensándolo» con rebajas al ciudadanos por otros conceptos.