Cuando todavía se antoja lejana en el tiempo la reforma integral de la parte central de la carretera general, aquella que une Alaior con Ferreries, el Consell ha iniciado la contratación de una solución intermedia para solventar la degradación que evidencia el firme de uno de sus tramos, el que comprende de Es Mercadal a Ferreries. La obra consiste, básicamente, en reasfaltar el firme, con una segunda capa de rodamiento, así como sustituir los elementos de señalización y seguridad. El importe es considerable, puesto que el concurso público fija un presupuesto máximo de 1,3 millones de euros con los impuestos incluidos.
En la documentación que obra en el expediente se indica que la obra se justifica por «el estado actual del pavimento» ya que «presenta zonas deterioradas, baches, desgastes superficiales y grietas a causa del tráfico que soporta la vía». Esto se soluciona con una obra que, a decir del Consell, «supone un aumento de la seguridad y una mejora de la movilidad en la carretera Me-1», en uno de sus puntos de más intensidad de tráfico.
Desde el mismo Consell apuntan que las últimas actuaciones de mejora realizadas en este tramo se remontan a 2001, cuando se llevó a cabo una obra similar a la que ahora se acomete. En estos 23 años «se han ejecutado diversas actuaciones puntuales de reparación de baches», unos parches que «ya no aseguran la seguridad de los usuarios». Y es que «la capa final del pavimento ha perdido su capacidad portante».
El plazo máximo para la ejecución de las obras se ha fijado en tres meses.
El apunte
La última fase de la larga reforma integral de la carretera general
El conseller de Movilidad, Juan Manuel Delgado, ya anunció hace unos meses que era urgente acometer la mejora del tramo de la carretera general comprendido entre Es Mercadal y Ferreries, puesto que la reforma integral de esta parte de la Me-1 en ningún caso parece inminente. Se espera abordar, comentó el conseller entonces, dentro del presente mandato, pero no se antoja algo sencillo a tenor del ritmo al que se está ejecutando la reforma de la carretera general. Ahora mismo quedan pendientes varios kilómetros de la parte más oriental, la más cercana a Maó, y luego será cuando se pueda abordar el tramo central con el proyecto por tramitar y las dudas que todavía existen sobre la financiación de las obras.