Los propietarios de las casitas blancas de Binibèquer Vell ampliarán en tres horas el horario de visitas. De este modo, el complejo privado se mantendrá abierto entre las 10 de la mañana y las 22 de la noche. Es la opción menos restrictiva de las tres planteadas en el referéndum que los vecinos celebraron el viernes pasado para ratificar el horario de visitas y valorar nuevas medidas de acuerdo con el proceso de «pacificación turística» en el que llevan inmersos desde hace dos años.
Aunque un 27 por ciento de los vecinos votaron a favor del cierre total de la urbanización, la mayoría, un 73 por ciento, optó por recuperar el horario de apertura inicialmente impuesto de 10 a 22 horas. Nadie, según el presidente de la comunidad de propietarios de Binibèquer Vell, Óscar Monge, apostó por continuar con el horario actual, de 11 a 20 horas. Este cambio implica, por tanto, una ampliación de tres horas y más tiempo para que turistas y visitantes puedan disfrutar del singular enclave de la costa sur de Sant Lluís.
Gran asistencia
El referéndum contó con una gran asistencia de propietarios: de los 165 que hay, acudieron a la convocatoria 110. También asistió, según Monge, durante parte de la concurrida asamblea, el concejal de Medio Ambiente y Urbanizaciones, Pedro Tudurí.
Además de ratificar el horario de visitas y hacer una valoración positiva de las medidas aplicadas hasta ahora en la urbanización, los propietarios otorgaron, como hacen anualmente, los correspondientes pines de oro y plata.
El apunte
«La campaña de concienciación ha funcionado, la gente respeta»
La campaña de concienciación que impulsan desde hace dos años los propietarios de Binibèquer Vell a través de los medios de comunicación y las redes sociales que han creado para ello «ha funcionado».
Es la valoración positiva que hacen tras comprobar este año que «la gente respeta, los visitantes entran en el complejo privado y se piden entre ellos silencio para cumplir con las normas».
Aseguran los vecinos que «hemos notado un cambio» desde que iniciaron una intensa campaña para acabar con las «actitudes incívicas» de algunos turistas y trasladar a la gente que «Binibèquer Vell no es un parque de atracciones, es un complejo de viviendas privadas».