Una máquina retroexcavadora entró al fin este viernes en Cala en Porter, transcurridos quince días desde las lluvias torrenciales que desbordaron el torrente y desplazaron gran parte del sistema dunar de esta playa hacia el mar. Se estima que harán falta otros quince días para restituir por completo el torrente y devolverlo al estado previo a las inundaciones.
El Govern balear, desde la Conselleria del Mar y Ciclo del Agua, asume esta primera intervención que está dirigida a evitar que el torrente siga circulando por la arena de la playa, que continúa inundada, aunque esta es en realidad su salida natural al mar.
De momento, tal y como precisaron desde la Conselleria, no se está actuando en la recuperación de la arena de la playa, sino en la limpieza y restitución del canal de desagüe lateral, el cauce artificial o mina, para devolverlo a su estado previo a la tormenta. Esto se considera crucial para asegurar su correcto funcionamiento y prevenir así que continúe la erosión de la playa ante futuros episodios de lluvias.
100 toneladas de rocas
Lo primero que tuvo que hacer la empresa encargada de los trabajos, Antonio y Diego SA, es volcar hasta cien toneladas de rocas para crear un camino en la desembocadura del torrente y de este modo permitir que la maquinaria pesada pueda entrar y trabajar. A primera hora de la mañana llegaron a la cala un volquete con las piedras y la retroexcavadora, cumpliendo lo anunciado por el Ayuntamiento y la Conselleria del Mar, que prometieron actuar con urgencia después de la demora causada por la falta de entendimiento con el Ministerio para la Transición Ecológica acerca de quién era competente para acometer la actuación.
Los trabajos que comenzaron se llevan a cabo fuera de la playa, a unos 250 metros de la desembocadura del torrente, dentro de la zona de Dominio Público Hidráulico (DPH). El objetivo principal es reconducir el agua que fluye por el torrente hacia el cauce artificial, como en los días previos a la DANA. Esto facilitará la posterior recuperación del sistema dunar y la playa misma, señalaron ayer desde la Conselleria del Mar.
En la zona inundada y bajo la arena de algunos puntos de la cala, según los testimonios recogidos por «Es Diari», todavía hay restos de objetos y residuos que arrastró la riada; caminar es dificultoso porque el terreno se ha vuelto fangoso y se hunden los pies casi hasta las rodillas. Aún así, una vez que las analíticas ofrecieron resultados aptos para el baño y volvió a ondear la bandera verde, los usuarios han tomado de nuevo la playa y cruzan por el agua embalsada hasta la orilla del mar o los puntos en los que la arena está seca, para disfrutar del sol y nadar.
El alcalde de Alaior, José Luis Benejam, después de asistir al pleno del Consell volvió ayer a la playa de Cala en Porter para seguir de primera mano el desarrollo de los trabajos en el torrente. Benejam declaró que la situación «ahora está encarrilada, lo importante es que han empezado las obras, lo frustrante era que no se hiciera nada», recordando que el Ayuntamiento dependía de la actuación de las otras administraciones ya que no tiene competencias para actuar en este espacio natural.