El pleno del Ayuntamiento de Ferreries aprobó el jueves de forma definitiva, con el reparo de los partidos de la oposición, la nueva ordenanza de agua que implica un considerable incremento del precio a pagar por los usuarios. De este modo se consolida una subida de las tarifas que se aprobó de forma inicial a finales de 2023 pero no se pudo aplicar este año por la alegación de un vecino que impedía cumplir los plazos y ha llevado a una revisión del expediente.
El alcalde Pedro Pons comentó que la elaboración de un nuevo estudio económico ha revelado la existencia de un decalaje adicional entre ingresos y costes del servicio de 124.000 euros anuales, por lo que las tarifas se han tenido que actualizar en relación a hace un año. «Perseguimos que el Ayuntamiento recupere de los ciudadanos lo que cuesta prestar el servicio», apuntó el alcalde.
La revisión de la ordenanza municipal de suministro de agua establece cinco tramos de tarifas (antes eran tres). La mayor parte de los usuarios, dijo Pedro Pons, se moverán en el segundo bloque, donde no hay bonificaciones ni penalizaciones por consumo excesivo. En este tramo más común el recibo medio mensual en el casco urbano pasará, con la nueva ordenanza, de 19,47 a 26,97 euros, un 38 por ciento más. En el caso de Cala Galdana, aumentará de 36,93 a 63,58 euros, un 72 por ciento más. Se aplicarán, de este modo, en 2025.
Desacuerdo
Desde L’Entesa de Ferreries expresaron ayer su desacuerdo con la ordenanza aprobada, ya que considera que la subida es «abusiva» y «penaliza a la mayoría de los habitantes del núcleo urbano, que son los que consumen menos». En cuanto a las formas, relata L’Entesa que los cambios son tan sustanciales que se debería haber tramitado una nueva ordenanza, con un periodo de exposición pública.
El PSOE y L’Entesa coincidieron en que con los últimos cambios se beneficia a los residentes de chalés de Cala Galdana en detrimento del resto del municipio. Pedro Pons respondió que en la urbanización son más severas las penalizaciones para los grandes consumidores, a los que se quiere disuadir.
Pues si ahora nos parece cara espérense cuando el agua sea de desaladora.