El estudio medioambiental que acompaña la consulta pública del proyecto asume que el impacto visual del parque será «de magnitud media, entre moderado y considerable, dependiendo de la cuenca visual». De hecho, los aerogeneradores serán vistos hasta una distancia de 62 kilómetros, en Torret, en la costa de Sant Lluís, donde ya «no será visible absolutamente nada». Ahora bien, el documento destaca que «los cambios en la iluminación y en las condiciones meteorológicas reducirán la visibilidad de forma muy significativa».
La propuesta de Qair tampoco presume afecciones importantes ni sobre la navegación marítima ni sobre la actividad pesquera, tanto que augura un «impacto mínimo» a los caladeros de pesca. En todo caso, la promotora se compromete a realizar un estudio exhaustivo de la actividad pesquera y a mantener un diálogo constante con las cofradías de la zona (las de Maó y Fornells) para «minimizar cualquier tipo de afectación y garantizar así la coexistencia de ambas actividades».
Afecta al LIC del Cap Negre
La disposición del parque tampoco afecta al área de la Reserva Marina del norte de Menorca, de tal forma que la única «área biológica crítica» que resultaría perjudicada sería la del Cap Negre en Maó. Se trata de un Lugar de Interés Comunitario (LIC) en el que ya se prohiben diversas actividades, como la pesca de arrastre, cerco y palangre en superficie, los concursos de pesca, la recolección de la nacra, la acuicultura, la extracción de arena y otros sedimentos, el vertido de residuos sólidos y el fondeo de embarcaciones sobre praderas de posidonia. También cabría garantizar la protección de la especie Apium Bermejoi, una planta amenazada de extinción en Balears.
Otro pelotazo de los de siempre!! Y que ganamos los menorquines? Que la pesca huya de nuestros ecosistemas!