El Aeropuerto de Menorca ha vivido un fin de semana para olvidar, con miles de pasajeros afectados por una gran cantidad de vuelos retrasados, demoras que en muchos casos han superado las dos horas y que en el más extremo de ellos -el de conexión con la ciudad francesa de Toulouse- se ha ido hasta casi las cinco horas.
La conexión con Barcelona tampoco está dando para cubrir la demanda en este arranque de la temporada baja, a pesar de que la oferta de frecuencias entre semana se eleva hasta cinco. El enlace operado por Vueling está viviendo una semana muy complicada, con aviones llenos hasta la bandera, viajeros de vuelos cancelados que no pueden ser reubicados y situaciones de ‘overbooking’ que fuentes del Aeropuerto tildan de habituales, aunque la compañía asegura que son puntuales y en todo caso derivados de las cancelaciones del pasado fin de semana, que achacan a las condiciones meteorológicas.
Efectivamente el temporal que afectó a Menorca el sábado provocó retrasos masivos en la gran mayoría de los vuelos tanto nacionales como internacionales, de hasta casi cinco horas en los casos más extremos. Sin embargo, solo hubo una frecuencia cancelada, la de Vueling a Barcelona a mediodía. Al día siguiente, el domingo, pese a que la situación se había normalizado y la gran mayoría de conexiones se operaron en hora o con retrasos mínimos, Vueling canceló otro trayecto con la capital catalana con salida de la Isla a las 19.30 horas.
Cancelaciones
Las cancelaciones provocaron situaciones por habituales no menos lamentables, como viajeros que perdieron citas médicas, encuentros de trabajo y clases, por citar algunas. Y es que la altísima ocupación de los vuelos –también alimentada por viajeros del Imserso y de otros programas de turismo senior– no ha permitido a la compañía reubicar a los pasajeros rápidamente. De hecho se vio obligada a ofrecer alojamiento hotelero a sus clientes no residentes y no solo para una noche, sino hasta para tres.
Viajeros con vuelos comprados esta semana están recibiendo comunicaciones de la compañía ofreciendo la posibilidad de viajar en otras fechas, para hacer hueco a los que esperan, y llegan al aeropuerto temerosos de no poder embarcar, aunque desde la empresa insisten en que no se están registrando problemas significativos de sobreventa de billetes.