El obispo de Menorca, Gerard Villalonga, intervino en la presentación, ayer en Palma, del documento de voluntades anticipadas para garantizar y respetar plenamente los derechos de los católicos al final de su vida.
Villalonga subrayó la importancia de tener en cuenta las convicciones cristianas. «Si tengo una enfermedad terminal, no quiero que otro tenga que decidir por mi. Es un bien que yo hago porque libera a otros de tener que tomar estas decisiones tan personales», manifestó.
Añadió el obispo Gerard que «las personas queremos que sean respetadas nuestras libertades y decisiones, y un momento muy relevante es el final de nuestra vida aquí en la tierra. Por eso es muy importante que haya un documento en el que se refleje de manera explícita lo que a ti te gustaría que se respetara al final de esta vida para poder morir como tú desearías hacerlo».
Las tres diócesis de Balears han elaborado este documento, que forma parte del proyecto de humanización de la salud. El titular de la sede episcopal de Mallorca, Sebastià Taltavull; el de Eivissa, Vicenç Ribas; y el de Menorca, Gerard Villalonga explicaron esta iniciativa, que parte de las últimas voluntades redactadas por el Govern y que ha sido adaptado a los criterios de la Conferencia Episcopal Española. Este modelo estará a disposición en las oficinas del Govern así como y en las oficinas informativas de los tres obispados de las islas. También se podrá obtener a través de las páginas webs de las tres diócesis.
Su objetivo es prepararse para el acontecimiento vital de la propia muerte, estableciendo valores y preferencias. Redactarlo contribuye a disminuir la angustia y miedo y fortalece la comunicación con la familia y los seres queridos. Una vez registrado en la administración autonómica quedará integrado en el historial clínico de cada paciente.