El catedrático de Economía Guillem López Casasnovas, presentó un análisis DAFO sobre la economía menorquina en su primera intervención del ciclo Magister, organizado por el Cercle d’Economia, en el Ateneu de Maó. Identificó como un factor negativo la debilidad del capital humano y «además lo exportamos». Como aspectos más favorable se refirió a «somos un país para gente mayor» que dispone de más recursos y un clima suave, «lo que hace que tengamos una demanda externa que complementa la interna».
Aportó ideas sobre elementos fundamentales para definir los objetivos de la economía insular. Una de ellas es tomar decisiones basadas «en aquello que nos diferencia».
En su intervención analizó la acción de las administraciones públicas, por ejemplo para preservar el bienestar colectivo, «corrigiendo el mercado». También se refirió al coste de estas intervenciones públicas, porque «si es demasiado elevado para una gestión ineficiente pueden hacer que la política sea inefectiva», como «un cubo lleno de agujeros» por lo que se pierden los recursos públicos.
El catedrático menorquín también alertó de la facilidad para la manipulación de los datos, por lo que reivindicó la necesidad de realizar «análisis cuidadosos».
El catedrático de Historia Miquel Àngel Casasnovas, el 28 de octubre, en una conferencia del mismo ciclo, había hecho referencia a la importancia del factor humano en la primera mitad del siglo XX, cuando se pusieron las bases del desarrollo posterior. Destacó este factor humano fue un actor clave para abrir una etapa de crecimiento. Se refirió a «la capacidad emprendedora de los empresarios locales (...), la innovación, la calidad del producto y la exploración de nuevas actividades», claves de esa época.