Técnico de Emergencias del 061 y presidente de la asociación Buresmen (Búsqueda y Rescate Menorca), David Llopis cargó su vehículo 4x4 el lunes de la semana pasada y marchó hacia Valencia para sumarse al Grupo Balear de Rescate.
Acaba de regresar con dos sensaciones encontradas, «la tristeza que he visto y que traigo encima por no poder hacer más es lo peor, pero la solidaridad que hay entre todos, cuerpos de rescate, voluntarios y vecinos que han perdido tanto, es admirable, emociona» relata con el deseo de volver una vez más si sus circunstancias laborales se lo permiten.
Llopis se encargó de hacer volar uno de los dos drones que se llevó consigo, según las coordenadas que le marcaba la Policía Local de Torrent, donde estuvo hasta el jueves, luego en Catarroja y el sábado sacando coches en un garaje de la pedanía La Torre, junto a Valencia.
«Me hacían buscar las coordenadas exactas que le marcaba la Policía Local para las batidas sobre el terreno», y así poder visualizar todo tipo de cosas que los equipos que iban a pie no podían ver». Su cometido era hacer de contacto entre los equipos de rescate cuando no tenían cobertura ya que el dron a parte de cámara térmica y zoom, dispone de altavoces y focos.
Él y sus compañeros dormían en la sala de juntas de la casa de fallas de Torrent, se duchaban en casas particulares, en un gimnasio o en el polideportivo. «Cuando llegábamos lo teníamos todo listo, la comida y la cena, y si íbamos a un bar no querían cobrarnos nunca; la colaboración entre todos es fabulosa».
Recuerda David Llopis las pintadas de protesta con barro en las paredes del edificio y, especialmente, «una familia que buscaba a sus abuelos y no aparecen, cada día venían a preguntarnos; ha sido muy triste, están destruidos».