El Ayuntamiento de Maó ordenará las actuaciones necesarias para garantizar el proceso de cloración del agua de consumo humano en la red de Malbúger, a raíz de una moción del PP dirigida a corregir los errores detectados el pasado septiembre y que desembocaron en una crisis del gobierno municipal y el cierre temporal de la desnitrificadora.
Con la incorporación de una enmienda del PSOE, la propuesta se aprobó por unanimidad y contempla asimismo desarrollar un informe técnico con especialistas para definir los fallos en la planta; aumentar los controles periódicos de la calidad del agua; y definir con urgencia un protocolo de comunicación pública que permita avisar a los abonados de cualquier incidencia en el abastecimiento de agua.
Junto con los nitratos, el informe de Hidrobal que puso de manifiesto los problemas en la planta desnitrificadora reveló también que «no se puede asegurar la total desinfección del agua por los métodos habituales (cloro) en los puntos finales de la red». Un problema que casi pasó a un segundo plano debido al elevado nivel de nitratos, pero que en el último pleno la oposición del PP retomó porque, según expuso el concejal Alfonso Toral, «es aun más grave» ya que «la proliferación de bacterias» debido a una cloración deficiente puede producir «enfermedades gastrointestinales, infecciones como la legionelosis y situaciones de riesgo de vida». El edil censuró la gestión realizada en materia de agua por el equipo de gobierno del PSOE y advirtió que «la combinación de altos nitratos y de falta de cloración adecuada suponen un riesgo inmediato y grave para la salud pública».
Todos los grupos políticos acordaron extremar la vigilancia sobre la cloración del agua, aunque el alcalde, Héctor Pons, advirtió que «no es un problema recurrente» sino que se dio de manera «puntual» en el momento de elaborarse el informe.
Por su parte, la concejala de Ara Maó, Cristina Fernández, llamó al equipo de gobierno a trabajar con urgencia en los pliegos de condiciones para un futuro nuevo contrato del agua, «no se tendría que prorrogar un contrato como el actual», aseveró, «que no prevé, y así se ha visto, la evolución de la ciudad, el crecimiento de la demanda y el reto de adaptación al cambio climático».
El apunte
El PP afea que no se lleve agua embotellada a los colegios concertados
El PP criticó que se dejara fuera del reparto de agua embotellada a los colegios concertados del municipio cuando se detectó un exceso de nitratos en las fuentes de los centros públicos y se ordenó el cierre de las mismas, como medida de prevención. La concejala María Jesús Aínsa formuló una pregunta para conocer los motivos de dicha exclusión y afeó al alcalde «no haber consultado» cuál era la situación en los centros concertados cuando se detectó el problema en las fuentes escolares el pasado día 13.
El Ayuntamiento, según respondió Pons, repartió agua a las escuelas que tenían fuentes con sistemas de osmosis «que no funcionaban correctamente».En el caso de los tres centros concertados de Maó, Pons aseguró que se les contactó el jueves, todos ellos tienen sistemas de osmosis que funcionan y «si tienen problemas les he dicho que colaboraremos». El alcalde afirmó que «no discriminamos» a la educación concertada, pero recordó que la competencia municipal es sobre las escuelas públicas.