El pleno del Ayuntamiento de Es Migjorn Gran aprobó este jueves, con los votos del equipo de gobierno, el acuerdo para recepcionar la urbanización de Sant Tomàs. Sin embargo, el traspaso se hará sin que se garantice el suministro de agua, pues los pozos continúan estando en propiedad privada de Agrytursa, según aseguraron desde el grupo municipal del PSOE. Mientras, la alcaldesa, Antònia Camps, desmintió estas afirmaciones y aprovechó para descalificar a «la oposición, no se enteran de nada, aunque se lo expliques diez veces».
En las filas del PSOE, el concejal Pepe Mercadal se ausentó por cuestiones de vinculación familiar con la promotora de Sant Tomàs, Begoña Pons se abstuvo por discrepar de las formas del PP y Pilar Pons apoyó la medida por considerarla un avance importante para el pueblo.
El PSOE-Migjorn considera incompleta la recepción de la urbanización a Agrytursa, ya que no queda expreso el «punto clave y más conflictivo» de una negociación que viene prolongándose desde los años 90, precisamente esta cuestión del agua. Por eso, los socialistas recriminan que, para el convenio con la promotora, el Consistorio no haya logrado garantizar el suministro, «el acuerdo no incluye estas garantías y todo se fía a una buena voluntad de las partes».
«El ayuntamiento no puede fiar el suministro de un bien público a la buena voluntad, mucho menos en una perspectiva de futuro de estrés hídrico», señalaban en una nota, en la que rechazan el anuncio «triunfalista» de la alcaldesa y el concejal Ramón Verdú. «Se trata de una recepción incompleta que excluye el tema más importante». Además, recuerdan los socialistas, este es un asunto en el que han batallado todos los gobiernos municipales de los últimos 30 años, «la obra de urbanización estaba recepcionada desde los años 90 gracias al trabajo de los equipos de gobierno de Pere Riudavets (PSOE) y Manolo Triay (PP)».
El PSOE critica igualmente que el convenio para la recepción de la urbanización se elevara al pleno por la vía de urgencia y «sin pasar por comisión y avisando a la oposición 24 horas antes». Esto, aparte de impedir el estudio del acuerdo a la oposición, supone una «manera de hacer partidista y unilateral, como nos tiene acostumbrados la alcaldesa, y son menos adecuadas si se trata de un tema ‘de pueblo’» en el cual «han trabajado todos los equipos de gobierno desde hace décadas».
Para el PSOE, este acuerdo sin exigir un derecho sobre el agua ya se podría haber alcanzado mucho antes y, si no se hizo, fue para intentar garantizar un caudal, «se trata precisamente de lo que más preocupa a los comerciantes, empresarios y vecinos».
Blas de Lezo¿Doñ pep¿