La consellera Maite de Medrano ya no rinde cuentas al partido por el que se presentó a las elecciones, Vox, pero retiene sus dos actas, la del Consell insular y la de concejal en el Ayuntamiento de Ciutadella. En el último pleno se ofreció a apuntalar el gobierno del PP después de explayarse contra la formación que le aupó al poder, llamándola «cesto podrido». El coordinador insular de Vox Menorca, Santiago Barber, no quiso ayer valorar los comentarios de la consellera disidente en su intervención ante el pleno, pero sí dejó claro que de facto, el de Maite de Medrano es un caso de transfuguismo, como otros casos, dijo, que afectan a su partido en Balears y en general a la política española, «en este país nadie deja las actas porque viven de la política», afirmó.
En el caso concreto de Maite de Medrano, Barber opina que «ella misma se ha definido como tránsfuga, a efectos prácticos, al ponerse al servicio del PP», declaró el dirigente de Vox, con quien la consellera no se comunica «desde hace mucho tiempo». Y desde lo sucedido en el debate de política general del Consell, tampoco se comunica con la línea orgánica del partido.
Militancia
Sin embargo, hasta ayer no consta que Maite de Medrano haya dejado su militancia en Vox Menorca, ni tampoco que el partido le haya abierto un expediente de reprobación o expulsión.
A la pregunta sobre el futuro de la consellera crítica y qué decisiones tomará Vox sobre De Medrano, Barber afirmó que la decisión de expulsarla «no depende de mí sino de la dirección nacional», a la que se remite toda la información sobre los últimos acontecimientos en la escena política menorquina.
Por sus declaraciones, el coordinador insular cree que «se merece hace tiempo ser expedientada, pero se le dio un voto de confianza», pese a que De Medrano no goza de las simpatías de prácticamente nadie en Vox Menorca, como ella misma explicó en el pleno. La formación sigue adelante en la Isla pese a la convulsión interna. Mantiene presencia con coordinadores municipales en Maó, con Alessandro Benzi; en Alaior, con Carlos Yutuel; en Es Castell y en Es Mercadal, donde continúan Alejandro Llabrés y Pilar de Vicente respectivamente.
Esto necesita una profunda limpieza de parasitos para desinfectar a las instituciones.