La llamada a temporeros se avanza, pese a la incertidumbre de la temporada en Menorca

La búsqueda de mano de obra para la temporada turística se adelanta, no es extraño que las empresas inicien ese reclutamiento en febrero e incluso enero, dado que dejarlo para la primavera supone correr el riesgo de no completar equipos a tiempo. Este año el llamamiento a los empleados fijos-discontinuos se avanza con dos grandes cuestiones abiertas, la negociación del convenio colectivo de hostelería y, por tanto, posibles subidas salariales pendientes, y las dificultades para alojar a los temporeros que vienen de fuera, algo que los hoteleros están afrontando con la compra y reforma de edificios: en Ferreries, el antiguo hostal Sa Perdiu por Melià y el bloque en la rotonda de entrada al pueblo por el grupo Quirón, y en Alaior, la antigua discoteca Mojitos que adapta el ‘Royal Son Bou’ para sus empleados.

En marzo muchos trabajadores ya fueron contactados para su reincorporación, sobre todo servicios técnicos, camareras de pisos o parte del personal de cocina y sala en el caso de restaurantes, con vistas a funcionar a finales de ese mismo mes o en abril. Este último es ya de facto el mes de inicio de una nueva campaña frente al tradicional mayo, y a ello ayudan las vacaciones de Semana Santa, lo que hará que muchos establecimientos que abren sus puertas continúen activos hasta el verano. Otra cosa son las nuevas contrataciones, que se retrasan precisamente por esa Semana Santa Tardía, como apunta el director de CAEB en Menorca, Gabriel Pons. El llamamiento a los fijos-discontinuos, si no se respeta el plazo mínimo de antelación de una semana, «dificulta a los trabajadores el poder organizarse para viajar, coger vuelos más asequibles o si traen su coche, tener conexión por barco», explica el secretario general de CCOO, Antonio Soria, recordando que hay puertos de la Península como el de Valencia que solo tiene una conexión marítima semanal.

Otros tienen trabajo en sus lugares de origen hasta finales de abril y estos se solapan con su empleo en Menorca si la temporada empieza antes de mayo, «se habla y pacta con las empresas para que les respeten el sitio», señala José María Roqueta, responsable de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT. El llamamiento siempre se produce por antigüedad y categoría profesional y los sindicatos confirman que las condiciones se están respetando, eso sí, el problema de la búsqueda de vivienda para los temporeros que vienen de fuera de la isla va a peor, por eso recuerdan que una vez que la empresa facilita el alojamiento, este es un derecho adquirido para futuras temporadas al que los empleados no deberían renunciar.

Por sectores, desde PIME señalan que las viviendas turísticas ya están prácticamente activas y que en la restauración no hay el optimismo que se podía esperar, «preocupa la subida de precios de la materia prima y los suministros», señala María García, secretaria general, quien añade que el arranque de la temporada será temprano «pero no sostenido», se prevé un bajón después «hasta que remonte en junio».