Dos rocas de grandes dimensiones se desprendieron hace unos días del acantilado de la playa de Es Canutells y cayeron sobre una zona de tránsito, aplastando el porche de cañizo que había a la entrada de una cueva particular y sin que, afortunadamente, hubiera que lamentar daños personales.
El suceso no se sabe con exactitud cuándo se produjo, pero sí que fue en Semana Santa, muy probablemente entre el sábado 19 y el domingo 20, y fue ya el lunes pasado cuando los propietarios de la cueva, alertados por un vecino, dieron cuenta de lo ocurrido a la Policía Local de Maó, que ha acordonado la zona.
Ahora el problema es el cruce de competencias en ese punto del litoral y cuál de las administraciones que concurren se hace cargo de la retirada de las dos enormes piedras –la zona es de acceso complicado–, y asume la responsabilidad del buen estado del acantilado.
El Ayuntamiento ha actuado delimitando la zona y acordonándola con un precinto por lo que el paso ha quedado prohibido. También han acudido un técnico municipal y los bomberos, según explica Ainoa Llambias, de la familia propietaria de la cueva interior, preocupada por el riesgo de que puedan caer más peñascos y porque se trata de un camino muy frecuentado tanto por residentes como por turistas.
El camino acordonado y, a la derecha, las escaleras de acceso a la cala.
Pero la competencia municipal, afirman desde el Consistorio, no va más allá de preservar la seguridad, con el vallado y la prohibición del paso a los viandantes. Tanto la Conselleria del Mar y Ciclo del Agua del Govern balear como el Ayuntamiento de Maó alegan que la estabilización del talud y las obras para evitar desprendimientos son acciones que le corresponden al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), y por tanto a la Demarcación de Costas en Balears.
Este último organismo sin embargo señala que las rocas no han caído en el dominio público marítimo-terrestre, que comprendería los primeros seis metros desde el mar y cogería la parte del muelle de Es Canutells pero no el camino junto al acantilado.
En el visualizador de datos espaciales de Menorca (IDE) se aprecia asimismo que los peñascos han caído en la zona de tránsito, y por tanto podría estar bajo la competencia del Govern balear, algo que aún está por esclarecer.
¿Pero cómo que actuar? Eso se deja así, hombre. Estilo menorca. Se pone una valla y listo.