La Dirección General de Tráfico (DGT) no compensará al Ayuntamiento de Maó con mejoras en el municipio por los 150.067 euros que este gastó en instalar los radares para controlar la velocidad en la Avinguda Francesc Femenías, en la calle Ses Quatre Boques del polígono y a la entrada de Sant Climent, cinemómetros que son de su propiedad pero cuya gestión le reclamó el organismo estatal por hallarse en vías interurbanas. Así lo ha informado el organismo público tras las consultas realizadas por «Es Diari» sobre la operatividad de los aparatos instalados en Maó y la reclamación municipal.
La respuesta no deja lugar a dudas, «no hay previsión legal ni mecanismo que habilite que parte de la recaudación se asigne» al Ayuntamiento para «la contratación de efectivos de policía, ni la mejora de las condiciones de la vía», como reclamaba Maó, tampoco para «el mantenimiento de la señalización fija o el pavimento».
Es decir, no se atiende ninguna de las peticiones que formuló el Consistorio visto que perdía la gestión de los radares después de haber invertido en ellos. En junio de 2024, la DGT informó al Ayuntamiento de que la gestión, notificación y recaudación de las sanciones que se deriven de la información captada por los radares son de su competencia.
El alcalde envió entonces una carta al organismo adscrito al Ministerio del Interior para intentar recuperar los 150.000 euros gastados y solicitar que la recaudación de las multas o parte de ella revirtiera en mejoras para el municipio. Ahora, fuentes oficiales de la DGT y tras haber consultado esta posibilidad con las subdirecciones correspondientes, han asegurado que no se contempla.
Cambio de ubicación
En relación al coste de adquisición de los radares, la DGT señala que el ejercicio de su potestad sancionadora «no supone un cambio de la titularidad del cinemómetro, el Ayuntamiento mantiene su propiedad», subraya, y por tanto «puede decidir si lo mantiene o lo cambia de ubicación a cualquier otro punto del ámbito urbano».
Precisamente eso fue lo que hizo el Ayuntamiento de Es Migjorn Gran con uno de sus polémicos radares, trasladar el fijo que se montó inicialmente a la salida del pueblo, en dirección a Sant Tomàs, para instalarlo en la avenida de la urbanización.
Las cámaras que vigilan el acceso limitado al centro sí generan multas
Algunas empresas de alquiler de coches consultadas han recibido denuncias, dirigidas a sus clientes, por la entrada al centro de Maó y ser captados por alguna de las cámaras de vigilancia instaladas para limitar dicho acceso (a excepción de los residentes). De momento no les constan denuncias por exceso de velocidad captado por los radares, contrariamente a lo sucedido en Es Migjorn Gran, de donde llegaban multas «a carretilladas», confiesa un empresario. El periodo sancionador de los cinemómetros comenzó el 15 de abril de 2024 y los ‘rent a car’ informan a sus clientes de la existencia de estos radares, para evitarles la multa a su vuelta de vacaciones y también porque para las empresas supone un trabajo añadido, ya que deben i
Se les cagó otro auto-aumento de sueldo...