La aprobación del Plan de Gestión Sostenible del Agua es el trámite necesario para empezar a desencallar el nuevo Plan General, cuya tramitación lleva años paralizada, precisamente, «por no poder garantir la suficiencia hídrica de la población que se quiere incrementar». Pero la tramitación del planeamiento no queda automáticamente desbloqueada, al contrario.
El propio informe de Recursos Hídricos deja claro que «es independiente» del informe desfavorable que el 30 de agosto de 2022 se dio al nuevo Plan General. Para que éste pueda reactivarse, el Ayuntamiento deberá «demostrar» primero que «se está cumpliendo con la proyección de volúmenes suministrados y registrados para el año 2031». O, lo que es lo mismo, es necesario que la misma Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua construya antes la conexión de la desaladora con el depósito municipal de Es Caragolí, explicó ayer la concejal de Urbanismo, Sandra Moll.
Pero la obra, prespuestada en 6 millones, solo tiene reservada una partida inicial de 222.133 euros en las cuentas del Govern para este año. Aún falta aprobar el proyecto, sacarlo a licitación y ejecutar los trabajos, cuyo plazo de ejecución es de 18 meses. Eso quiere decir que, al menos, hasta dentro de dos años, no podría reemprenderse la tramitación del Plan General, si bien la concejal espera poder hacerlo cuando las obras estén en marcha.
Pese a ello, Sandra Moll celebra haber logrado subsanar las deficiencias del Plan de Gestión del Agua que, «incomprensiblemente, el anterior gobierno (del PP) había dejado sin hacer».
33% más de población en 2035
El nuevo planeamiento urbanístico que el Ayuntamiento tramita desde 2016 prevé crecer hasta los 37.851 habitantes empadronados en 2031 y los 40.900 en 2035, lo que representa un crecimiento del 33’71 por ciento respecto de la población registrada en 2020. La punta máxima en agosto alcanzaría en este intervalo las 97.308 personas.
La necesidad de agua en este supuesto es de 4’880 hectómetros cúbicos para el año 2031, de los que 2’788, el 57 por ciento del total, deben proceder de la desaladora y solo 2’092, el 43 por ciento restante, de la extracción. Para ello es necesario reducir al 17 por ciento las pérdidas en la red que ahora mismo son del 25 y sustituir parte del agua de los pozos por agua desalada, lo que no puede materializarse sin antes conectar la planta desalinizadora con el depósito municipal de Es Caragolí y revisar el convenio entre el Ayuntamiento y el Abaqua.
El volumen de agua comprometido en el actual acuerdo, rubricado en enero de 2022 y vigente por cuatro años, debe aumentarse en un 252 por ciento.