Ciutadella deberá sustituir el 45 por ciento del agua que extrae de los pozos por agua desalada o regenerada, al menos durante los seis próximos años. Es la condición principal que le impone la Dirección General de Recursos Hídricos que, tras dos años de espera y tras rectificar el actual gobierno municipal la propuesta inicial, ha emitido un informe favorable al Plan de Gestión Sostenible del Agua, el trámite necesario para empezar a desencallar el Plan General y el futuro crecimiento municipal.
El Ayuntamiento deberá renegociar el actual convenio con el Abaqua para más que duplicarle el agua desalada que actualmente le compra y pasar de los 1’278 hectómetros cúbicos anuales de la actualidad a 2’788. Eso hará que el 57 por ciento del agua que se suministre a la población sea desalada y que dejen de extraerse 1’493 hectómetros de agua del subsuelo para así poder cerrar las captaciones contaminadas. Pero, a la vez, falta conectar la desaladora al depósito municipal de Es Caragolí para que el agua desalada llegue a la mayor parte del casco urbano.
Tan solo 30 pozos se seguirán utilizando para proveer de agua potable a la población y otros 24 deberán clausurarse de forma definitiva. Entre éstos se encuentran tres captaciones de Es Caragolí y la mayor parte de los pozos de Son Carrió, Cala Blanca, Son Xoriguer y Cala en Bosc. 17 pozos quedarán en reserva por si en algún momento es necesario su uso.
El minucioso informe, de 33 páginas, llama la atención sobre diversos pozos contaminados que exceden en mucho el máximo de nitratos (50 mg/litro) y cloruros (250 mg/litro) permitido. En el mismo depósito de Es Caragolí se registran concentraciones de cloruros de entre 283 y 2.779 mg/litro, con valores medios de 1.023, cuatro veces más de lo que marca la ley. La presencia de nitratos duplica o triplica la permitida en los pozos de Binibo (137 mg/litro), Curniola (116) o Ses Truqueries (89-93).
Pero Recursos Hídricos también urge al Ayuntamiento a tomar medidas para reducir el consumo de agua entre la población, que el 2021 alcanzó los 344’1 litros por habitante y día cuando, según el Plan Hidrológico de Balears, no debería superar los 250. Los núcleos en los que deben extremarse más las restricciones son las urbanizaciones de Son Xoriguer (donde se gastan 590 litros por habitante y día), Torre del Ram (564’54), Serpentona (531’82) y Cala en Bosc-Cap d’Artrutx (477’41). Para lograrlo, el Ayuntamiento tendrá que prohibir en estos núcleos el riego de piscinas y jardines y sustituirlos por vegetación autóctona y de bajo requerimiento hídrico, si no se proveen de agua regenerada.
Entre otras medidas, también se prohibirá el vaciado total de las piscinas y se promoverá la utilización de agua regenerada procedente de las depuradoras norte y sur y de Serpentona. También habrá que mejorar la red de saneamiento, instalar contadores inteligentes para controlar el consumo y obligar a poner aljibes en los hortals y nuevas edificaciones industriales.
Se revisarán las tarifas del agua
El Plan de Gestión comportará una revisión de las tarifas de agua «en consonancia» con el mayor coste del agua desalada y para penalizar los tramos de aquellos usuarios que hagan un uso abusivo. El Plan de Gestión del Agua tiene una vigencia de seis años, aunque el Ayuntamiento deberá ir informando cada dos años de su implantación.
Una delegación de la Conselleria del Mar, encabezada por su titular, Juan Manuel Lafuente, abordó esta cuestión el lunes en una reunión técnica con representantes municipales. El alcalde Llorenç Ferrer asegura que existe «total sintonía» para dar los pasos técnicos necesarios. La idea es que el Plan de Gestión Sostenible del Agua sea aprobado por el pleno del Ayuntamiento este próximo mes de junio.
ShantiEs consecuencia de todo lo que habeis permitido los ciudadanos.