El Ayuntamiento de Maó ha iniciado el procedimiento para la adquisición de tres cámaras de vigilancia que se destinarán al control de áreas cerradas de depósito de residuos. El equipo de gobierno del PSOE adopta esta decisión sobre una cuestión que ha generado un volumen importante de quejas, sobre todo en época estival y tras la implantación de un nuevo sistema de recogida selectiva.
Las cámaras se moverán entre cinco puntos distintos, ubicados en recintos cerrados de recogida de residuos como puede ser el que se encuentra en la playa de Es Grau, que se considera especialmente problemático en cuanto a mal uso y volumen de incidencias. El coste máximo de su venta e instalación se ha fijado en 15.000 euros.
El empleo de cámaras para el control de vertidos incontrolados en puntos de la vía pública como Poima IV Fase o los accesos a la deixalleria todavía está pendiente de los correspondientes permisos.
Ciudadano KaneA algo te tenías que agarrar ya que tu argumentario es nulo. Lo tuyo si que no tiene solución y es enfermizo "Tobarich".