La Plaça des Born y el casco urbano de Ciutadella vivieron ayer una situación inédita: una jornada nubosa en pleno verano, pero con ausencia de atascos. A diferencia de cualquier fecha similar —poco atractiva para ir a la playa, con nubes y brisa constante— de cualquier año anterior, la ciudad experimentó un tráfico constante, con cientos de vehículos recorriendo la Contramurada, pero sin que se produjeran retenciones ni tampoco la clásica escena del ‘efecto ratonera’ en la céntrica plaza.
Una de las dudas que planeaba sobre los efectos que acarrearía la peatonalización de la Plaça des Born y la supresión de la bolsa de aparcamientos, quedó despejada ayer, respecto a los días de mayor afluencia de turistas.
El tráfico no dejó de entrar en la ciudad durante toda la jornada, por el Camí de Maó o las calles Mossèn Salord i Farnés y Degollador, y tal como entraban, iban saliendo de nuevo, por vías como las de Vila Juaneda, Mallorca o Lepanto. También por la calle Joan Benejam, para acceder a Es Born, pero de allí desaparecía la opción de rodear el obelisco y salían hacia el puerto o hacia el Passeig de Sant Nicolau o Es Pins, donde la nueva zona verde se señalizaba con la inscripción de «Reservado autorizados», para distinguirla de las plazas azules.
Terrazas llenas
Los cambios en la circulación no alteraron, en cambio, la concurrencia en el centro histórico. Ya en la Plaça des Pins se apreciaba una gran afluencia de gente, las terrazas permanecieron con una alta ocupación y, ante la ausencia de autobuses por la supresión de la parada, se formaron colas en la parada de taxis, reubicada en el lateral oeste de la plaza.
Principalmente, el Camí de Maó, pero también otras calles que conectan con la estación de autobuses de la Avinguda Josep Mascaró Pasarius, fueron testigos de idas y venidas de turistas, que se dirigían o procedían fundamentalmente del eje central —Ses Palmeres, Plaça Nova, Ses Voltes, Plaça de la Catedral y Es Born—, y podía verse una animada actividad comercial, tanto en tiendas como en establecimientos de restauración.
En cuanto al aparcamiento de Sa Coma, a media mañana alojaba una treintena de vehículos y en vías como el Passeig de Sant Nicolau costaba encontrar una plaza libre.
Es como el desvíos de Ferreries. Cuando no hay coches es que tampoco hay gente. Y claro luego crece la miseria. PD Sigo sin ver signos de fibra en Ciutadella. 9 de cada 10 internautas la recomiendan en una dieta sana.