Las Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE) han experimentado un aumento progresivo en Menorca, hasta llegar a 167 en 2023, último año del que se dispone el informe completo de la Conselleria de Salud. La gran mayoría, 162 (97%), se practicó en la sanidad pública.
De esta estadística se extrae el dato de que un 47,2 por ciento de las mujeres que abortaron en Balears afirmó no utilizar ningún método anticonceptivo. Otra información recogida en el informe es que un 25,5 por ciento ya se había sometido a una interrupción de un embarazo no deseado con anterioridad.
El incremento de interrupciones en la última década, la gran mayoría (98%) a petición de la mujer (no por un motivo médico, el riesgo para su vida o la del feto) ha llevado al Área de Salud a poner en marcha un Plan de Anticoncepción. Sobre esta realidad, el jefe de ginecología del Hospital Mateu Orfila, Juan Carlos Hermoso, confirma que «hay un número importante de mujeres con antecedentes de interrupción voluntaria del embarazo», es decir, no han tomado precauciones después de un aborto anterior.
Como profesional, el doctor asegura que se están cumpliendo las prestaciones «de la forma más segura y eficaz para las pacientes» y el servicio en ese sentido funciona. Su opinión más personal sobre este fenómeno es negativa, «se conocen los métodos anticonceptivos, pero no se está dando la importancia que merece la salud reproductiva, ir al ginecólogo a ponerse un DIU o usar preservativo».
En este sentido, recuerda que tras una interrupción, a las mujeres se les ofrece «que salgan del hospital con un método anticonceptivo inserto». Desde el ámbito sanitario cree que «se está haciendo mucho» y teme una cierta banalización de la IVE. La mayoría de los abortos son farmacológicos, «menos lesivos» para las mujeres, ya que los quirúrgicos tienen un porcentaje de complicaciones como la perforación uterina.
A ver como se explica. El 47% no tomaba anticonceptivos, quedaron embarazadas y se acogieron a su derecho a practicarse una interrupción de su estado. Bien. Se entiende. Lo que no se entiende es que entonces el 53% de las mujeres que practicaron la interrupción de su embarazo ¿tomaban métodos anticonceptivos? ¿En serio? Pues o los tomarían muy mal o el látex estaba caducado.