El cierre del Lago de Cala en Bosc está repercutiendo de forma importante al pequeño comercio de la zona. La facturación, aseguran, ha menguado hasta un 90 por ciento, pues los clientes de siete recintos hoteleros que están a menos de cinco minutos cruzando el puente, tienen ahora que desplazarse alrededor de un kilómetro, al sol, para llegar.
El lunes se clausuró el paso para peatones del puente, no así el de embarcaciones, que ayer seguían pasando por debajo de la estructura sin problemas. El motivo del cierre, una actuación de urgencia para realizar «pequeñas reparaciones puntuales».
Según se aprecia, una empresa de construcción cubrió los forjados que estaban a la vista debajo del puente e instalaron una malla para evitar caídas de materiales y posibles daños al paso de embarcaciones. «Aparte de eso, no han hecho nada más», aseguraba Toni Llufriu, que regenta un supermercado a escasos metros. «Los albañiles vinieron el lunes, cerraron el paso y dijeron que no volverían hasta el viernes», lamenta el empresario, que admite estar perdiendo «un 90 por ciento de la clientela».
«En toda la semana no habrán hecho nada más», añade Llufriu, mientras que Ana Torres, desde el souvenir de al lado, se pregunta «¿por qué dejan pasar barcas si está tan mal que no pueden pasar peatones?». En su caso, la facturación también «ha bajado alrededor de un 90 por ciento, porque la gente no cruza; a nivel económico se está notando mucho». Por eso, critica que «no hayan hecho las obras en invierno, será que no se sabía que el puente estaba en malas condiciones, y lo han tenido que hacer justo ahora, en temporada alta», denuncia la empresaria. Es más, «si el puente está mal, ¿por qué en invierno no lo cerraron? Pasó la trail» con cientos de corredores.
En otro supermercado, algo más alejado, «aquí hemos perdido alrededor de un 50 por ciento de la clientela, menos que los comercios más cercanos, pero se está notando mucho», comenta Xec Bagur. «Esto también perjudica a mucha gente, que pasaba por aquí para ir a la playa, y ahora tiene que dar toda la vuelta» y coincide al observar que «hace tiempo que se sabe que hay que hacer obras».
Bagur también ve como «se lo han arreglado rápido a la concesionaria» del Lago, para que puedan mantener su actividad y alquilando barcas, que «solo les importa eso, que pasen los peatones no les importa nada».
El cierre afecta sobremanera a los vendedores que forman el mercadillo junto al paseo marítimo, que han visto descender de forma sustancial el número de paseantes. E igual sucede con los primeros restaurantes del Lago. «Nos salvamos porque vienen a cenar los clientes de un hotel, que tienen convenio con nosotros para la media pensión, pero los clientes de fuera han bajado a la mitad», asegura Juani Sanz, encargada en Fiesta, Rodizio, Aquarium Lago y Venecia.
Paso pese a las vallas
Aunque la mayoría cumple, algunos veraneantes y trabajadores de la zona hacen caso omiso y cruzan el puente pese al cierre, a las vallas y al precinto policial.
Que mas da si las perdidas son del 90% o del 9%. El asunto esta en que hay 6 meses al año, durante 10 años, para hacer esto. Y los incompetentes lo ahcen los 15 dias con mas afluencia del año. Ahi esta la question. La diferencia entre una persona competente y un incompetente esta en estos detalles. Y en la función pública un 95% son incompetentes. Y un 99'99% de los políticos