«Se salda una deuda histórica del Ministerio con la ciudad de Maó». No le faltó un ápice de razón a la secretaria de Estado de Seguridad, la mallorquina Aïna Calvo, cuando agradecía la comprensión y la paciencia que ha tenido la ciudadanía, las autoridades policiales y políticas del municipio, tanto como los propios agentes, por la lamentable demora acumulada para la construcción de la futura Comisaría de la Policía Nacional, que además observa como uno de sus efectos colaterales de peso la cuadruplicación de su coste.
La de este lunes fue la jornada esperada durante 17 años, que serán prácticamente 20 cuando el edificio sea una realidad, si consideramos que la cesión del solar donde se levantará, en la calle Campament, la hizo el Ayuntamiento al Estado en noviembre de 2008. La licitación del proyecto se hará en el tercer trimestre del presente ejercicio y el inicio de las obras está previsto para el segundo de 2026. El plazo de ejecución será de 18 meses, por lo que si estos términos se cumplen, las nuevas dependencias de la Policía Nacional de Maó deberán estar operativas en diciembre de 2027.
La explicación del proyecto en la multitudinaria presentación en el Claustre, a cargo de jefe de Área de Proyectos de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (Siepse), José Julio Díaz, revela que el moderno edificio tendrá una inversión de 13 millones de euros. Supone el cuádruple de los 3,5 millones anunciados en 2018 por la entonces delegada del Gobierno en Balears, Rosario Sánchez, cuando comunicó su construcción a tres años vista.
La actualización del coste de los materiales, la modernización intensiva, su sostenibilidad y la ausencia de barreras arquitectónicas, así como los avances tecnológicos para estar a la vanguardia de la atención policial, justifican, en palabras de Aïna Calvo, tamaño incremento.
El edificio cubrirá una parcela de 1.068 metros cuadrados. Se elevará en tres plantas para albergar los distintos departamentos, además de un sótano, con lo que la superficie total construida alcanzará los 4.334 metros cuadrados.
En la planta baja se ubicará un aparcamiento para 18 vehículos, con acceso desde la calle Borja Moll, cinco de ellos con carga para vehículos eléctricos, mientras que la entrada peatonal estará entre las calles Campament y la Via Ronda en esta misma planta.
En la primera se ubicarán los espacios de atención al público, oficinas de documentación, denuncias, las dependencias de la Unidad de Familia y Mujer, despachos de Extranjería y Fronteras. En la segunda tendrán su localización los grupos de Policía Judicial, Científica y Seguridad Ciudadana, además del despacho de la jefatura y el de la secretaría, junto a una sala de descanso para funcionarios. En la tercera se albergarán los vestuarios de los agentes, el gimnasio y otras estancias de uso privativo de la Policía. En la cubierta del edificio se instalarán 56 placas fotovoltaicas, mientras que el sótano se destinará a almacenes, archivos y otras instancias, entre ellas, previsiblemente, los calabozos.
¿Qué hacer con la vieja Comisaría?
El futuro de la vieja Comisaría fue una de las cuestiones que puso sobre la mesa el alcalde de Maó, Héctor Pons, durante su intervención en el acto.
El edil hizo hincapié en la necesidad de comenzar a pensar qué futuro tendrá el vetusto inmueble de la plaza Miranda «para evitar que pase lo que ha sucedido con otros edificios estatales como el Hospital Verge del Toro, los antiguos cuarteles o el de Correos».
Pons fue claro al responder, al término del acto, que el Ayuntamiento no tiene ninguna intención de adquirir la vieja Comisaría. «Que cada administración se haga cargo de sus propios edificios y el Ministerio mire qué servicio o destino puede asignarle en el futuro».
Por otro lado el alcalde adelantó que el Ayuntamiento está en contacto con la Dirección General de la Vivienda para poder redactar un proyecto cultural que dé uso a la antigua Sala Augusta, mientras. «La idea -dijo- es crear espacios lo más polivalentes posible para que así puedan dar respuesta a diferentes demandas de la ciudadanía». La dará, con toda seguridad, el nuevo edificio policial reclamado por todos los mandos policiales y políticos habidos en estos 20 años.
¿Y el aparcamiento para los "clientes de la Comisaría ...? ¡Ah sí, que aparquen en Eroski ...!