El pleno del Ayuntamiento de Sant Lluís ha aprobado el mayor proyecto de urbanización pendiente en el municipio, la dotación de infraestructuras de Binissafúller Roters, con un coste de 7,2 millones de euros que asumirán en un 90 por ciento los vecinos por la vía de las contribuciones especiales. El pleno del Consistorio dio en la noche del jueves el visto bueno a un proyecto que se ha encarecido más de un 50 por ciento. PP, Per Balears –que forman el equipo de gobierno– y Volem Sant Lluís votaron a favor mientras los tres concejales del PSOE optaron por un voto de abstención.
«Por fin hoy, después de que este proyecto haya pasado por muchos equipos de gobierno, lo llevamos a aprobación», destacó el primer teniente de Alcaldía, Pedro Tudurí, quien recordó que han conseguido una subvención del Govern de 2,6 millones de euros que no se puede desaprovechar. «No podemos dejar pasar más tiempo, confiemos en que haya ofertas», en alusión al proceso de licitación que arrancará lo antes posible» para poder empezar las obras que doten el núcleo de infraestructuras tan importantes como el alcantarillado. Tudurí hizo un relato de antecedentes de un proceso que se inició en 1983 con la firma de un convenio con los propietarios que impulsaron una urbanización que hoy «está catalogada como de las peores de la Isla».
La portavoz del Grupo Socialista, Sílvia Pérez, reconoció que «es una de las obras más necesarias para nuestro municipio» y justificó la abstención de su grupo «porque no se ha contado con los grupos de la oposición para la revisión ni para la redacción de los pliegos». Cabe recordar que el proyecto definitivo ya fue aprobado –tras desestimar alegaciones– en el anterior mandato.
Mejorable
Por su parte, el portavoz del Grupo Volem Sant Lluís, Joan Pons, defendió que «siempre que miras el proyecto ves cosas mejorables, pero después de muchos años, con mil pegas de algunos vecinos, es importante que el pleno lo apoye con la máxima unanimidad posible, evitar suspicacias, por eso votaremos a favor, no hay tiempo de alargarlo más».
Anda, alegrame el día!Eso es lo que contesta siempre la administración cuando no quiere pagar algo