La Guardia Civil de Menorca, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), ha realizado, en lo que va de año, un total de 17 inspecciones en la Isla para detectar actividades no permitidas en los usos del agua. Entre ellas ha localizado un total de 9 infracciones que han derivado en la propuesta de sanción a sus respectivos responsables, según la Ley de Aguas y el Reglamento de Dominio Público Terrestre Hidráulico. Las sanciones pueden llegar a los 10.000 euros si son leves, y hasta el millón de euros si son consideradas muy graves, en aplicación del artículo 318.
Supone que una de cada dos de estas inspecciones han revelado extracciones de agua ilegales, localizadas, principalmente, en agroturismos y explotaciones agrícolas y ganaderas de la geografía insular. En todo caso, la Guardia Civil ha indicado que las inspecciones se realizan en cualquier lugar donde pueda existir un pozo ilegal.
Las revisiones del Seprona forman parte de la denominada «operación zahorí», a nivel nacional, y se realizan en colaboración con inspectores del departamento de Recursos Hídricos, de la Conselleria del Mar y Ciclo del Agua del Govern.
En Menorca se ha intensificado en el presente ejercicio para responder a la realidad que marca la escasez del líquido elemento y la imperiosa necesidad de realizar un uso responsable del mismo. Hasta el momento la intervención más trascendente ha sido la detección del pozo ilegal del hotel rural de Llucalari, en Alaior, puesto que la infraestructura hídrica no estaba registrada ni autorizada.
En cuanto al resto de inspecciones corresponden en su mayoría a fincas en explotación, además de agroturismos, a partir de denuncias de terceros y también de forma aleatoria. En todas ellas los agentes del Seprona y los inspectores del Govern responden a la orden de servicio que es la lucha contra la extracción de agua subterránea no autorizada.
Teniente Jose Luis MonterdePorqué el contribuyente calla demasiado y no hace nada para defender sus derechos .