A pesar de que el Ayuntamiento de Maó informó hace unas semanas que Hidrobal había optado por retrasar hasta después del verano la conexión de la desnitrificadora de Sant Climent a la red de agua «para poder hacerlo con más calma», ahora desde el Consistorio admiten que la demora se debe a que se detectaron algunos fallos en el funcionamiento de la planta a finales de julio, por lo que se decidió dejar pasar el verano antes de reanudar las pruebas.
Concretamente, la empresa encargada del seguimiento y control de esta segunda desnitrificadora —que se suma a la que ya funciona desde hace años en el depósito de Malbúger, actualmente parada a la espera de mejoras— detectó alteraciones en los niveles de cloro, que superaban los máximos permitidos.
Asimismo, se constató la «presencia de contaminación en los fangos» empleados en el proceso de desnitrificación. Por todo ello, se optó por interrumpir las pruebas hasta después de la temporada turística y se notificó a Sanidad, que previamente ya había dado el visto bueno para la puesta en marcha de la planta.
La primera teniente de Alcaldía, Elena Costa, remarca que los fallos se produjeron en el interior de la planta y que a pesar de que llegó a estar conectada algunos días a la red, las analíticas realizadas en la red de abastecimiento han salido bien en lo referente a estos parámetros.
Final de año, nuevo plazo
Costa asegura también que la nueva planta desnitrificadora de Sant Climent cuenta con más mecanismos de control que la de Malbúger, lo que ha permitido detectar rápidamente los problemas, que no se habían hecho públicos hasta ahora. «Este tipo de plantas suelen presentar algún tipo de fallo cuando se ponen en marcha», afirma Costa. Ahora desde el equipo de gobierno apuntan a final de año como el plazo marcado para que las dos desnitrificadoras del municipio, la de Malbúger que lleva un año parada y la nueva de Sant Climent, estén en funcionamiento.
Los fallos que han retrasado la puesta en marcha de la desnitrificadora de Sant Climent han impedido utilizar este verano un nuevo pozo para aliviar la situación de alerta por sequía, que ha obligado a aplicar restricciones en el consumo de agua. En este sentido, desde el Consistorio señalan que para superar los momentos más críticos del verano ha sido clave la aportación extraordinaria del pozo de la base militar de Sant Isidre.
'Agua de Mahón'. Que título. Mejor aún: Agua NO potable de Mahón, porque ha surgido 'otro cadáver' en forma de nuevo escándalo...fallos en la desnitrificadora de Sant Climent, altos niveles de cloro, superando los máximos permitidos y ademas se constató presencia de contaminación (¡de que, porfa!) en los fangos... nos toman el pelo de nuevo. ¿Cuando terminará esto?