El alquiler turístico ilegal ha encontrado una puerta de atrás para sobrevivir en los cascos urbanos mediante la llamada modalidad de alquiler de la vivienda principal. Mientras el Consell –en colaboración con plataformas como Airbnb– va reduciendo el cerco sobre la oferta irregular en los núcleos tradicionales, zonas especialmente sensibles para el problema de acceso a la vivienda de los residentes, van proliferando los anuncios de propietarios que alojan a visitantes en su propia casa dentro de estas zonas prohibidas, una práctica que desde el departamento de Ordenación Territorial y Turística de la institución subrayan que «es ilegal».
En los principales portales de comercialización de estancias turísticas hay decenas de estos anuncios, sobre todo en el casco urbano de Ciutadella, en los que se ofrecen habitaciones a precios que oscilan entre los 70 y los 110 euros la noche en viviendas, la mayoría en bloques de pisos, en las que supuestamente reside su propietario. «Alójate en pleno corazón de Ciutadella». «A tan solo dos calles de la plaza de las palmeras». «Habitación vacacional a un minuto de la Catedral». Son algunos de los mensajes de reclamo que se publican en referencias que no muestran ningún tipo de licencia.
La Ley Turística de Balears permite la modalidad del alquiler de la vivienda principal cuando la comercialización se lleva a cabo por personas físicas en una vivienda de su propiedad que sea su vivienda principal por un periodo máximo de 60 días. No obstante, el texto legal deja claro que esta oferta solo puede ser legal si cumple con los mismos requisitos y obligaciones establecidas para las viviendas turísticas, presentando una declaración responsable y en ningún caso si están ubicadas en zonas no aptas, como es el caso de los pueblos, las urbanizaciones no consideradas turísticas y el campo.
Desde el departamento de Ordenación Territorial y Turística hacen hincapié en que este tipo de oferta debe obtener igualmente la autorización del Consell para su comercialización y recuerdan que en estos momentos –hay una moratoria de nuevas plazas vigente desde febrero de 2022– la única vía para empezar un negocio de alojamiento es apuntarse a la bolsa de plazas y esperar a poder contar con alguna de las plazas que se están dando de baja en el peinado de licencias inactivas que está llevando a cabo la institución.
La figura del alquiler de la vivienda principal se introdujo en la Ley Turística con el ánimo de dejar un resquicio para permitir que residentes pudieran generar ingresos del negocio turístico alquilando su propia vivienda, pero en la práctica, con la posterior aprobación de la zonificación y más recientemente de la prohibición de llevar a cabo el alquiler turístico en bloques de pisos, esta modalidad ha quedado prácticamente en desuso por el cauce legal.
La prohibición no está impidiendo que haya un buen número de residentes que sigan haciendo negocio de forma irregular. Existe la posibilidad de que algunos propietarios hubieran obtenido licencia turística para alquilar en cascos urbanos antes de la entrada en vigor de la zonificación, pero sobre el papel ninguno de los anuncios de habitaciones para alojar a turistas en viviendas particulares del casco urbano lucían el número de licencia, algo que ya de por sí supone una infracción.
PeripalMientras no hagas una actividad ilegal, NO cambia nada. Cuando haces una actividad ilegal y cobras por ello entonces es un problema. ¿A que no puedo cobrar y dar de comer en mi comedor en donde me sobran dos sillas?