Este viernes se cumplirá un año desde que estalló el caso del funcionamiento incorrecto de la planta desnitrificadora de Maó, que derivó en una importante crisis política por la omisión de un informe enviado por Hidrobal un mes antes y en la paralización de esta infraestructura. Casualmente o no, un día antes, el jueves, el pleno del Ayuntamiento de Maó tiene previsto aprobar el inicio del procedimiento sancionador hacia la empresa concesionaria del suministro de agua. Según la propuesta que se eleva a pleno, Hidrobal se enfrenta a dos posibles faltas, una de ellas muy grave y que podría derivar en la rescisión del contrato.
La propuesta de sanción se fundamenta en un informe emitido a finales de junio por el ingeniero municipal y jefe de obra pública. Estima que la prestación del servicio por parte de la concesionaria fue «defectuosa», ante lo cual plantea dos faltas por sendos incumplimientos. El primero se refiere a no haber comunicado cuando correspondía las incidencias tanto al Consistorio como a las autoridades sanitarias y en su página web. Se interpreta como una falta de carácter leve que, de ser ratificada, implicaría una multa de 3.858 euros.
La segunda infracción es la más relevante. El informe técnico apunta a una negligencia en la prestación del servicio que puso en riesgo a los vecinos de la ciudad al haber propiciado que consumieran agua con exceso de nitratos por el mal funcionamiento de la planta desnitrificadora, concretamente entre marzo y septiembre. En este caso la falta se considera muy grave. De corroborarse al cierre del expediente, se realizaría a Hidrobal una advertencia de extinción de la concesión y, en el caso de no subsanar las deficiencias en un tiempo prudencial, esta rescisión se materializaría.
El informe emitido por el técnico municipal se apoya en las condiciones de la concesión, que finaliza en 2029, para apuntar que la empresa es la responsable de cuidar por la calidad bactereológica del agua, con análisis periódicos. Un posterior informe de los servicios jurídicos municipales dio via libre a la tramitación del procedimiento sancionador.
Hidrobal ya reaccionó a un primer expediente sancionador abierto por la Dirección General de Salud Pública alegando que el riesgo para la salud de la población no existió, puesto que los niveles máximos de nitratos no se superaron de forma continuada. También desde el equipo de gobierno municipal se intentó rebajar la alarma.
El inicio formal del procedimiento sancionador supone la apertura de un plazo de diez días hábiles, una vez notificado al interesado, para que la empresa pueda realizar sus aportaciones y pruebas al respecto. No le supondrá ninguna novedad. Esta conocía las intenciones del Consistorio desde el pasado 2 de octubre, un día después de que el alcalde Héctor Pons decretara acometer un procedimiento sancionador, algo que ahora se formalizará en el pleno con las posibles faltas ya tipificadas.
Las claves
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Un año después de parar la planta y medio después del primer expediente
La propuesta de sanción del Ayuntamiento de Maó se produce justo un año después de que estallara la controversia y medio año después de que Salud Pública iniciara su expediente sancionador por dos faltas graves y una multa de 95.000 euros.
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El técnico del Consistorio sí cree que hubo riesgo para la salud
La falta muy grave a la que se enfrenta la empresa concesionaria en este procedimiento se fundamenta en que el informe del técnico municipal cree que hubo riesgo para la salud de la población. Hidrobal lo negó y el equipo de gobierno lo relativizó.
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Además, una falta leve por no comunicar las incidencias
El expediente deberá determinar, tras escuchar a Hidrobal, si hubo además una falta de carácter leve, en concreto por no comunicar como tocaba las incidencias con la desnitrificadora. La sanción planteada asciende a casi 4.000 euros.
Som de Mahón, Héctor no es mi jefe, pero siempre es lo mismo hay que hacee dimitir para que la bola no se haga mas grande. Demostrar su inocencia es inviable, donde está el derecho a la PRESUNCIÓN DE INOCENCIA?. Esto pasa en cualquier partido político, listo. Normal que la gente luego no se quiera presentar en las listas