La implantación del sistema de recogida puerta a puerta en los barrios más poblados de Maó vuelve a retrasarse. Aunque el pasado mes de abril el Ayuntamiento y el Consorci de Residus i Energia de Menorca preveían continuar con el plan de implantación en distintos barrios de la ciudad a partir de octubre, esta opción ha sido finalmente descartada. Ahora, el primer semestre del próximo año se perfila como la nueva fecha para la puesta en marcha del sistema en las zonas donde todavía no ha llegado, que equivalen aproximadamente a la mitad del municipio.
El retraso se debe a las carencias detectadas en el contrato vigente, especialmente en lo relativo a la aplicación del sistema en las áreas más densamente pobladas y con grandes bloques de pisos, donde la recogida resulta más compleja. Por ello, el Consistorio ha solicitado una serie de mejoras que actualmente se encuentran en estudio, lo que está provocando la demora respecto al calendario inicial.
De este modo, ya se ha descartado que la denominada fase ocho —que incluye los barrios de Andrea Doria, Molí des Pla y algunas zonas de Fort de l’Eau— pueda implementarse a lo largo de este año, quedando pospuesta al 2026. Lo mismo ocurrirá con la fase nueve, que abarca los barrios de Ses Vinyes y Avinguda Menorca. De esta manera, el despliegue del sistema sigue encallado en los barrios más poblados de la ciudad.
Modificación del contrato
El Ayuntamiento de Maó estudió la posibilidad de buscar alternativas al modelo de cubos multifracción para las zonas más densamente pobladas y planteó la opción de recoger los residuos mediante las llamadas áreas de aportación, recintos cerrados de contenedores similares a los que se utilizan para dar servicio a las casas diseminadas del término municipal. Sin embargo, el Consorci analizó esta propuesta y la consideró jurídicamente inviable, al no encontrar un encaje legal.
Ante esta situación, el Consistorio decidió seguir adelante con el contrato vigente, solicitando al mismo tiempo una serie de mejoras cuya viabilidad se está evaluando actualmente. Esta modificación del contrato, que el director insular de Medio Ambiente, Mateu Aínsa, ya advierte que podría tardar hasta cuatro meses en redactarse, es la que está provocando un nuevo retraso en la implantación del sistema.
La modificación permitirá incorporar aspectos no contemplados inicialmente, como la mejora en la frecuencia de limpieza de las áreas de aportación, con el fin de evitar el mal uso de estos espacios, o el refuerzo de las campañas informativas. También se estudia la posibilidad de mantener en algunos puntos los contenedores de tipo iglú, algo que el contrato original no preveía.
De manera paralela a la incorporación de las mejoras en el contrato se sigue trabajando, mediante reuniones semanales entre el Ayuntamiento y el Consorci, en el calendario de implantación. Desde el Consistorio remarcan que todo quedará resuelto durante el 2026.
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