La auditoría realizada por el Govern balear para analizar las disfunciones detectadas tras la reforma integral del puerto de Fornells, como los vertidos de aguas fecales que se repiten en los días de lluvias intensas, concluye que la causa principal es la existencia de deficiencias en el diseño del proyecto, que han impedido abordar los desbordes de aguas residuales.
El informe también apunta a fallos en la tramitación y ejecución de las obras, que provocaron la infiltración de agua marina en la red de saneamiento, lo que impidió en 2023 que la comunidad de regantes del Camí de Tramuntana pudiera utilizar el agua de la depuradora para el riego.
Los resultados del informe fueron presentados este lunes por el conseller del Mar y del Ciclo del Agua, Juan Manuel Lafuente, acompañado por el alcalde de Es Mercadal, Joan Palliser, y el concejal Ricard Riera. «La auditoría es contundente: el proyecto estaba mal diseñado, el convenio se firmó tarde y las obras se ejecutaron con defectos», subrayó Lafuente durante su comparecencia ante los medios. También lamentó que dichas deficiencias hayan obligado al actual Govern a asumir el coste de las actuaciones ya ejecutadas.
Cabe recordar que las obras de reforma del puerto de Fornells, que se iniciaron en 2019 y finalizaron en marzo de 2024, tuvieron un coste superior a los ocho millones de euros e incluyeron la mejora de las redes de alcantarillado y de aguas pluviales.
Sin pendiente suficiente ni bombeo adecuado
La auditoría, encargada por Ports de les Illes Balears (PortsIB) al Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, detalla que el proyecto se aprobó y licitó antes de que existiera un convenio con el Ayuntamiento, lo que impidió incluir sus demandas en el diseño inicial.
Además, la red se construyó sin pendiente suficiente y sin un sistema de bombeo adecuado, de modo que, durante los episodios de fuertes lluvias, la red entra en carga y se producen vertidos en la vía pública, ya que en el proyecto no se tuvo en cuenta que las aguas pluviales de muchas viviendas están conectadas a la red de saneamiento.
En este sentido, el informe concluye que, tanto en la primera como en la segunda fase, los proyectos no se redactaron con el objetivo de evitar el desbordamiento de la red de saneamiento, y se señala que la finalidad se limitó a sustituir el colector y sus acometidas por materiales que garantizaran su estanqueidad. «En ningún momento se planteó un rediseño de la red para prevenir los desbordes de aguas fecales», subraya el documento.
Ingerencia política en el proyecto
Durante la comparecencia Lafuente también acusó al anterior alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller, de interferir en el proyecto. «Los técnicos municipales señalaron una serie de cuestiones que obligaban a modificar las obras, pero el informe también recoge que una de las propuestas no pudo ejecutarse porque el entonces alcalde se opuso. Como consecuencia, no se mejoró la pendiente de la canalización. Por lo tanto, hubo una injerencia política significativa», subrayó. La auditoría confirma, además, que las obras se realizaron conforme a los proyectos licitados y posteriormente modificados.
Asimismo, el informe advierte que los desbordamientos de la red seguirán produciéndose mientras las viviendas continúen vertiendo aguas pluviales al sistema de saneamiento. Por ello, recomienda la construcción de un tanque de tormentas que refuerce la capacidad de evacuación en episodios de lluvias intensas. También plantea que el Ayuntamiento exija a los vecinos adaptar sus viviendas para evitar estos vertidos.
En cuanto a los problemas de infiltración de agua marina en la red de saneamiento, el Govern los atribuye a defectos en las juntas de las canalizaciones, que permitieron la entrada de agua del mar. Según se afirmó ayer, estos problemas ya han sido solucionados y el agua de la balsa de riego vuelve a estar disponible, ya que las analíticas realizadas tras las reparaciones han ofrecido resultados favorables.
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