Equidad, protección del territorio junto a crecimiento económico, eliminar el tabú de que limitar siempre es prohibir, cuidar los recursos o contar con una Administración más colaboradora con las empresas son algunas de las propuestas que surgieron ayer de la mesa de debate celebrada durante el Fòrum Menorca Mira al Futur. Una mesa económica, con la presencia de María García, secretaria general de PIME; Gabriel Pons Moles, director de CAEB; Miquel Àngel Casasnovas, presidente del Cercle d’Economia, y como contrapunto, los ecologistas con la presencia de Sergi Marí, coordinador del GOB.
El equilibrio, como se demostró durante el coloquio, sigue siendo la pieza fundamental del puzzle menorquín, pero cada cual lo aborda desde ópticas diferentes. Para la portavoz de la pequeña y mediana empresa, María García, se puede «crecer sin perder la esencia», apostando por una protección del territorio «que no frene la economía sino que ayude». Advirtió que la temporalidad tendrá repercusiones sociales en ese futuro que ahora se quiere crear, porque hay generaciones que no han trabajado nunca los doce meses del año seguidos, y criticó una Administración «sobredimensionada» que «compite con la empresa privada a la hora de captar talento».
Para el presidente del Cercle d’Economia, Miquel Àngel Casasnovas, el modelo futuro «tiene que ser equitativo y redundar en el bienestar de la población», ya que «la falta de equidad», insistió, genera males sociales y conflictos, «es fundamental preservar esa cohesión social». El presidente del Cercle fue taxativo cuando pidió un plan estratégico Menorca 2050 «ya, hay que crear ese futuro, es un trabajo colectivo». Además consideró urgente un pacto por la reindustrialización, «mantener y sostener lo que tenemos, crear otra industria ligada a las nuevas tecnologías, captar talento y apoyar el campo».
Por su parte, Sergi Marí quiso poner en valor «los límites», que «no son solo prohibir, consisten en poner normas, preservar el futuro, pensar en las generaciones venideras y no a corto plazo» aseguró. Conservación y desarrollo «ya no se pueden ver por separado», señaló el ecologista.
El director de CAEB, Gabriel Pons, señaló la necesidad de crear la vía de crecimiento menorquina, con el aumento de la productividad como reto para los empresarios. Pons consideró que el modelo actual «ha llegado a un punto de agotamiento y hay que repensarlo», por el límite de recursos y también «por la percepción de la ciudadanía».
Cualquier plan, coincidieron los participantes en la mesa, debe trascender una o varias legislativas, así como las ideologías, tiene que ser acordado por una amplia mayoría política y social.
Administracion mas colaboradora con las empresas (turísticas... por supuesto). Hay que cambiatrlo todo, para que todo siga igual.