En el sector del pan y de la pastelería, los últimos años se han producido cierres de establecimientos emblemáticos, de carácter familiar. Panadería Díaz, la pasada primavera en Ciutadella, Los Claveles hace justo un año en Ferreries, o Pastisseria Ala d’Or en 2022 en Alaior, son solo algunos ejemplos de ello.
Desde la Asociación Profesional de Pastelería, Panadería y Afines de Menorca (Apame), su presidente, José Ángel Giménez, observa las dificultades por las que atraviesa el pequeño comercio y se refiere a varios factores que intervienen. «No hay relevo generacional y eso impide la continuidad en las pastelerías familiares», teniendo en cuenta que es una profesión sacrificada, con horarios nocturnos y que no entiende de fines de semana ni festivos. «No solo pasa en las pastelerías, pasa en muchas profesiones, carpinteros, fontaneros, pescadores», oficios para los que es complicado reclutar jóvenes que deseen continuar la actividad.
«Tampoco se dan las circunstancias, no son favorables para que los jóvenes puedan emprender, ni aunque sea un negocio que ya funciona», asegura quien regentara, hasta hace tres años, la Pastisseria Ala d’Or. «Por cómo está la vida, por cómo se han disparado los precios de las cosas, con los alquileres por las nubes, imagina tener que hacer frente a un traspaso de un negocio», asevera el pastelero, ya jubilado.
Giménez aprendió el oficio «desde los 7 años, entonces te metías en el obrador y empezabas a ayudar, limpiando y haciendo algunas tareas junto a los mayores; ahora, no es posible». Esto, de algún modo, dificulta la transmisión de conocimientos y la pasión por la profesión, «la mejor manera de aprender y eso anima a continuar» la tradición familiar.
Legislación
La evolución de la sociedad, con la desaparición de determinadas profesiones y las nuevas que van surgiendo, va acompañado de cambios normativos que, según el parecer de Giménez, tampoco favorecen. «La legislación actual no ayuda», pues, opina que se ha incrementado la burocracia. Y «es cierto que hay ayudas, pero son pocas y se tienen que devolver», lo cual tampoco es la panacea.
Todos estos factores intervienen a la hora de plantearse la continuidad del negocio familiar.
Por otro lado, muchos de estos comercios de tipo familiar se desarrollan en el mismo inmueble donde tienen fijada su residencia. «Suelen estar en la planta baja y es la entrada a la casa», lo cual «dificulta que pueda traspasarse el establecimiento, a no ser que se venda todo».
ViriatoA veura si hu fan aquí a Espanya, a quí han de votar??