Cuatro estaciones depuradoras de Menorca han convivido en los últimos dos años con el condicionante de la elevada salinidad del agua que les llega desde las redes de alcantarillado de sus respectivos municipios. Los problemas con la provisión de las dos balsas de regantes apuntados por la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural en una información publicada el martes por «Es Diari», así como la crítica formulada este jueves por el GOB al proyecto de Sant Lluís, encuentran un cierto respaldo en los últimos informes publicados por el Observatorio Socioambiental de Menorca (Obsam) sobre esta cuestión a partir de los datos aportados por la Agencia Balear de Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua).
En 2023 y 2024 las depuradoras de Ciutadella (norte y sur), Maó-Es Castell y Es Mercadal reciben y emiten agua con un nivel de salinidad que supera el nivel máximo de conductividad fijado como óptimo, 3 mS/cm, la unidad de medida que se emplea para estas cuestiones. En concreto, en 2024 las tres primeras estaciones recibieron el agua con exceso de salinidad, mientras que las cuatro presentaban demasiada conductividad después de haber sido tratada.
El exceso de salinidad supone una mayor complejidad a la hora de reaprovechar el agua depurada, en una Isla donde, por ejemplo, solo el 11,6 por ciento de este líquido resultado acaba siendo empleado para regar, según el último dato de 2024.En el caso de la depuradora Maó-EsCastell, por ejemplo, se ha apuntado el exceso de salinidad como uno de los escollos a la hora de avanzar hacia el tratamiento terciario, que permitiría evitar que el agua depurada acabe en el mar.
La depuradora que en 2024 recibió el agua con más salinidad fue Ciutadella Sur, con un nivel de 5,15 que bajaba al 4,37 después de la depuración. La estación de Maó-Es Castell veía entrar agua con un 4,91 para descenderlos al 3,94. Es Mercadal cuenta con la particularidad que el año pasado recibió, como promedio, agua con niveles de salinidad por debajo del nivel óptimo, pero la emitía con un nivel de conductividad excesivo (3,10), una circunstancia que se ha repetido en cuatro de los últimos seis años. El informe aclara que las depuradoras no eliminan salinidad y que esta está relacionada con el mal estado de la red de alcantarillado, lo que provoca infiltraciones no deseadas. Puntualmente, indican desde el Obsam, puede proceder de los residuos que dejan desalinizadoras privadas u otras incidencias relacionadas con vertidos.
Este nivel ha variado en los últimos tiempos. En 2019 las estaciones de depuración con problemas de salinidad eran las mismas que en 2024. En 2020, año marcado por la pandemia, solo afectó a Maó-Es Castell, y al año siguiente también a Es Mercadal. En el año 2022 el problema se limitó a la estación de Ciutadella Sur, mientras que en el año 2023 hubo cinco instalaciones con agua demasiado cargada de salinidad: las cuatro referidas antes y Ferreries.
Sant Lluís
El GOB mostró este jueves su contrariedad sobre como se afronta el proyecto de la nueva balsa para regantes de Sant Lluís. Uno de los argumentos apuntados es la pobre calidad del agua que sale de la depuradora. Emplea otros parámetros en su argumentación. En concreto, asegura que la mayor parte del agua que llega a la estación, un 61,6 por ciento, no reúne unas condiciones óptimas de calidad y que el nivel de cloruros una vez depurada alcanza los 475,33 mg/litro, muy por encima de los 250 mg/litro fijado como máximo y superiores con creces a los parámetros que presenta el acuífero. Esta cifra se recoge en la propia documentación relativa al proyecto de la balsa de regantes. En el informe del Obsam, por contra, el nivel de conductividad (salinidad) de la depuradora no llega a 2 mS/cm.
La cantidad de agua depurada sube un 3,4 % en 2024 para alcanzar un récord
El año pasado se trataron en las depuradoras de Menorca casi 9 millones de metros cúbicos de aguas residuales. Se trata de la cifra más elevada desde que hay registros. La tendencia en este parámetro es al alza desde la caída en 2020 por efecto de la pandemia. Los 8.942.609 metros cúbicos tratados en 2024 suponen un incremento del 3,4 por ciento respecto a los 8.646.354 del año anterior. Ciutadella Sur es, con diferencia, la instalación con mayor actividad, ya que el año pasado superó los 4 millones de metros cúbicos. Le sigue muy de lejos Maó-Es Castell, con 1,7 millones. Solo la infraestructura de Ferreries ha descendido en volumen de actividad.
ArlotAixò es una mentira, pura i dura, i el que ho digui es un mentiros.