La vivienda se ha convertido en un quebradero de cabeza para las familias menorquinas. Hay poca oferta y mucha demanda. Una de las salidas posibles a esta complicada situación es la ampliación del parque de viviendas con la construcción de nuevos pisos. El sector ha empezado a rubricar un cambio de rumbo en este sentido, con un repunte de proyectos visados para la edificación de viviendas plurifamiliares. Se trata de un segmento que estaba estancado y ha comenzado a desperezarse.
Así se desprende tanto de las estadísticas a cierre de 2024 como de los primeros meses de este ejercicio en el que la vivienda nueva marca el ritmo de la edificación. Es cierto que se trata de proyectos que se hallan sobre la mesa de los arquitectos y que, por tanto, deben pasar todavía por los departamentos municipales de Urbanismo para recibir licencia y poder iniciar las obras de construcción.
La demarcación menorquina del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears (Coaib) visó el año pasado 265 proyectos de nueva vivienda frente a los 161 del ejercicio anterior. Lo llamativo es que de estos expedientes, 139 pertenecen a viviendas plurifamiliares, cuando en 2023 tan solo afloraron 55. Menorca llevaba 13 años con una actividad mínima en cuanto a la construcción de pisos. En 2013 la Isla tocó fondo en este aspecto al visar tan solo 6 proyectos.
Unifamiliares
No obstante, las cifras siguen lejos de la actividad que Menorca rubricó en tiempos de burbuja inmobiliaria. En 2007 pasaron por los despachos de los arquitectos la friolera de 1.349 viviendas plurifamiliares. La crisis que se desató en años posteriores dejó la construcción de este tipo de inmuebles a nivel del suelo. En los últimos ejercicios se ha producido un repunte de la actividad residencial, aunque se centraba más en la construcción de viviendas unifamiliares, es decir, chalés de alto poder adquisitivo. Ahora, este segmento mantiene su buen ritmo y, a su vez, se le suma el despegue de la actividad plurifamiliar.
Este buen comportamiento del sector residencial se ha mantenido a lo largo del año en curso. Según las cifras que maneja el Colegio Oficial de Arquitectos, el número de viviendas visadas entre junio de este año y junio de 2024 alcanzó los 323 proyectos, de los que 165 fueron plurifamiliares.
Estas cifras que pueden dar algo de aire a la crisis habitacional son aún insuficientes para dar carpetazo a la situación. Es más, el Colegio de Arquitectos estima que es necesaria la construcción de 500 nuevos pisos cada año para atender la demanda actual.
El Colegio también reflexiona que la mayoría de los nuevos pisos que se visan son promociones de alto standing en el levante insular. Por lo que, se construye más, pero la población seguirá quedando fuera.
Si observamos la actividad de vivienda pública, las perspectivas se nublan de nuevo. El Institut Balear de l'Habitatge (Ibavi) trabaja sobre cinco promociones, aunque solo una tiene el proyecto redactado. El resto se halla en fase de licitación para la redacción del proyecto, lo que aletarga su construcción y puesta en uso.
Caída del presupuesto
A pesar de este cambio de tendencia en cuanto a la nueva vivienda, el resto de factores con los que medir el comportamiento del sector de la construcción siguió en 2024 perdiendo fuelle con una bajada que ya empezó a percibirse en 2023. La cifra global de proyectos visados, incluyendo cualquier tipo de obra, fue de 587, es decir, un 9,1 por ciento menos que en el año anterior.
Es el ejercicio que menor actividad registra en el último lustro e incluso se sitúa por debajo de 2020 cuando la actividad quedó paralizada a causa del estallido de la crisis sanitaria por la covid-19. Si hay menos obras, el presupuesto también se resiente. La caída ha sido del 11,3 por ciento al generar un presupuesto de 110 millones frente a los 124 del ejercicio anterior.
Repunte en 2025
A pesar de que al cierre de 2024 las cifras generales no eran de lo más halagüeñas, la situación ha cambiado y en 2025 todos los indicadores han mejorado. Tomando como referencia el período que comprende desde junio de 2024 a junio de 2025, el Colegio de Arquitectos visó 650 expedientes, lo que supone un 8,7 por ciento más y su presupuesto alcanzó los 144 millones de euros, un 56 por ciento superior. No solo se visan más obras sino que a su vez sus presupuestos se disparan. Este crecimiento viene reforzado por las legalizaciones extraordinarias en suelo rústico derivadas de la ley de simplificación administrativa impulsada por el Govern. En el caso concreto de Menorca, en estos últimos doce meses, los arquitectos han visado 18 proyectos, de los que 16 corresponden a viviendas.
En cuanto al presupuesto, llama la atención la gran inversión que ha realizado el sector turístico de la Isla. Si bien el número de proyectos se ha mantenido estable, con 16 expedientes frente a los 17 del mismo período del año anterior, el presupuesto se ha disparado hasta los 33 millones de euros, un 81 por ciento superior.
Los arquitectos auguran que se mantendrá la tendencia alcista en los próximos meses y vaticinan que entrarán más proyectos de legalización en rústico que harán incrementar las obras a visar en la Isla.
Y esta es la razón principal por la que no se puede pretender llenar el país de grúas. No servirá de nada si quienes van a comprar esas casas/promociones son extranjeros con dinero para destinar a segunda vivienda o especuladores que las alquilarán por precios como si la isla fuese el centro de Madrid.