El líder de Vox Jóvenes en Menorca dimite por el perfil ultra de los nuevos coordinadores

Alejandro Llabrés ha dimitido como coordinador de Vox Jóvenes Menorca y de Vox Es Castell. Lo hace empujado por los nuevos nombramientos en el seno del partido, asegura, de personas «con perfiles ideológicos muy extremistas y peligrosos», que «parecen más cercanos a ideologías prohibidas del siglo XX que a las ideas de Vox». La renuncia llega, apuntan desde la dirección, cuando ya se estaba planeando su cese.

El ya excoordinador de las juventudes de Vox ha comunicado al partido su decisión, por motivos que «responden a la nueva dirección que está tomando el poder orgánico de Vox en Menorca». Unos argumentos que llegan poco después del nombramiento en Maó de Julián Tendero como nuevo coordinador y de Fernando Serrano como vicecoordinador.

En su misiva, Llabrés agradece el respaldo recibido desde que iniciara su andadura en el partido, en el que milita desde el principio, y asegura que sigue «creyendo en el proyecto nacional de Vox, en sus principios fundacionales y en su capacidad para defender la unidad de España, la libertad y la justicia». Pese a esto, «dejo abierta la puerta a una futura reincorporación si la dirección balear reconsidera su actual rumbo y decide apartar a estos elementos poco democráticos que tanto daño pueden hacer al partido y a su credibilidad».

Quien fuera coordinador del partido en Es Castell considera que «una cosa es ser nacionalista español y otra es traspasar ciertos límites». De hecho, aunque «podamos parecerlo, el 90 por ciento de la gente de Vox no es fascista», algo que puede cambiar «si meten a cierta gente en el partido».

«No da el perfil»

La dimisión de Llabrés le parece oportunista al nuevo coordinador insular de Vox, Pedro Marqués. «Suena más a excusa», pues ya «estaba previsto» su cese. «En cinco años no tiene equipo en Es Castell, no da el perfil y no es lo que Vox necesita, necesitamos gente implicada y él no lo estaba lo suficiente», sentencia el dirigente del partido.

Llabrés rechaza estas afirmaciones, pues asegura que dos días antes ya amagó con la dimisión y le pidieron que continuara, porque eran conscientes de la buena labor que estaba realizando. De hecho, asegura que sí tiene equipo en Es Castell, pues son un núcleo de seis personas las que trabajan a favor de la formación.

En cuanto a las acusaciones del ex cargo de Vox acerca de la radicalización del partido con la entrada de personas como Tendero, Pedro Marqués señaló que «el partido tiene unos idearios y unas directrices, pero lo de ‘Arriba España’ se ha acabado, hay cosas de Vox que vienen de serie, somos de derechas, pero no extrema». De hecho, «en Vox hay radicales, igual que en el PP o el PSOE, pero para eso estoy yo, para que los que tengan cargos institucionales se comporten y si se salen de lo que piensa el partido, les sustituiré, son cargos de confianza y están por eso, por la confianza». Así, considera que «Vox es un partido moderado, que crece, cada vez tiene más simpatizantes».

«Me quiero rodear de gente sana» y que tenga «expectativas y ganas de impulsar el partido», añadía Marqués, recordando a su vez que cuenta con el apoyo del presidente de Vox Balears, Gabriel Le Senne. «Quiere que sea sus ojos y sus oídos en Menorca», por lo que, asegura, no dejará que se produzcan más traiciones, como considera los casos de Maite de Medrano y Xisco Cardona.