La puesta en marcha del dique exterior ha cuadruplicado el tráfico marítimo con Ciutadella, que ha pasado de contabilizar 150.000 viajeros anuales a superar los 600.000. Este año, de hecho, el puerto exterior de Son Blanc va camino de batir su récord de 2023, cuando registró 601.193 pasajeros. En los nueve primeros meses, hasta septiembre, ya lleva acumulados 543.556, 40.471 (un 8 por ciento) más que el año pasado. Agosto fue el mes de mayor actividad que se recuerda en el dique, con 123.453 pasajeros.
Las bodegas de los ferris y barcos de línea han viajado también más cargados que nunca. Hasta septiembre se habían transportado 164.810 coches, un 7,4 por ciento más que el año pasado, y 11.087 motos, un 38,8 por ciento más. Pero también el volumen de mercancías superará las 564.803 toneladas registradas en 2024. De hecho, en los nueve primeros meses de este año ya han viajado con entrada o salida en Ciutadella 28.514 camiones, un 4,1 por ciento más que el año anterior.
100 camiones diarios
Casi 100 camiones son transportados cada día en el interior de las bodegas, la mayor parte de ellos con carga perecedera que se lleva desde Mallorca y Barcelona. Además, prácticamente uno de cada tres pasajeros viaja con su propio vehículo.
Con estas nuevas cifras de récord, queda patente que el puerto exterior de Son Blanc se consolida como la segunda gran puerta de entrada a Menorca, después del aeropuerto.
Pero aún queda margen de crecimiento. El director general de Ports, Antoni Mercant, considera que la afluencia de pasaje todavía se puede incrementar «entre un 5 y un 10 por ciento», al igual que el transporte de carga, ya que hay algunas franjas horarias sin cubrir en los muelles, sobre todo en temporada baja.
Pese a ello, los esfuerzos de la administración se centran ahora en aumentar la seguridad y comodidad de los usuarios y de las operaciones que se llevan a cabo en el puerto exterior. Eso se traducirá en una inversión de 20 millones de euros que hará posible sustituir la terminal provisional con la que se inauguró el dique por una nueva estación marítima. También se reorganizará la zona de embarque y desembarque, se habilitará una nueva rampa de acceso para el tráfico rodado y una zona logística para camiones.
Ya en junio se verá la primera mejora, un sistema que permitirá conectar los barcos amarrados a la red eléctrica y así evitar emisiones contaminantes y, sobre todo, ruidos que puedan alterar el descanso de los vecinos de Son Blanc.
«La ruta con Barcelona es muy atractiva para los armadores», resume Mercant, que también destaca el decisivo empuje que el dique ha dado a las relaciones comerciales entre Menorca y Mallorca. «Palma y Eivissa están unidas en dos horas en una línea de alta velocidad, pero el trayecto entre Ciutadella y Alcúdia se cubre en poco más de una hora y eso ha contribuido a relanzar la actividad comercial de numerosas empresas. El dique ofrece una conectividad brutal entre islas», afirma. Este potencial se impulsará aún más «cuando el tren llegue a Alcúdia y se pueda facilitar también la conexión intermodal entre Mallorca y Menorca».
Pero no tenemos que reducir de todo en la isla? Políticos de pacotilla, echarle huevos y cuidar la isla.