En el último rincón de la planta baja de la sede del Consell, lejos de las luces de la sala de prensa donde el viernes se presentaron con toda la pompa los presupuestos de 2026, descansa en silenciosa exposición pública la liquidación de los presupuestos de 2024, el documento donde los propósitos récord se desnudan para enfrentarse a los números reales, no lo que se pretende ni lo que se anuncia, sino lo que realmente se ha hecho. La conclusión es tan rotunda como lo viene siendo históricamente en la Plaça Biosfera: de los 54,1 millones que se planeaba invertir en el primer año completo de gobierno del PP en la práctica solo se ejecutaron 9,13 millones, el 16,9 por ciento.
El resultado de esta proverbial incapacidad de llevar a cabo los proyectos al ritmo al que se consigue y compromete financiación es lógico: las cuentas del Consell están más saneadas que nunca. El llamado remanente de tesorería para gastos generales –de lo que dispondría el equipo de gobierno si cobrase lo que le deben y pagase todas sus obligaciones con terceros– asciende a la cifra récord de 65,3 millones, una cantidad que en solo un año creció en 19 millones, un 41 por ciento. Lo que tiene en el banco es mucho más, en concreto más de cien millones de euros, pero 28,7 son excesos de financiación afectada, fondos que debe gastarse en proyectos específicos o retornar, y otros 1,4 millones son deudas de dudoso cobro.
El informe de Intervención sobre la liquidación de los presupuestos de 2024 es favorable y destaca que la situación contable de la institución es buena, pero también subraya que «estos resultados favorables derivan en gran parte del excesivamente bajo grado de ejecución de las inversiones», en la misma línea que viene advirtiendo durante los mandatos de la izquierda. De hecho, este pobre nivel de ejecución de las inversiones previstas, explica el informe, «a pesar de que no caracteriza una gestión concordante con las previsiones presupuestarias, ayuda al cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria y la regla de gasto».
Evolución
La baja ejecución presupuestaria reflejada en la liquidación de 2024 supone, cabe subrayarlo también, una ligerísima mejora respecto a 2023, cuando fue del 16,67 por ciento con un importe menor de inversiones, y ciertamente superior a la del último año del gobierno de PSOE, Unides Podem y Més per Menorca, cuando se quedó en el 14,8 por ciento, lo que no evita que el análisis de Intervención concluya en los mismos términos: el Consell sigue mostrando una creciente capacidad de atraer inversiones para proyectos que se demoran en el tiempo y el gasto corriente de la institución continúa en ascenso, ya alcanzó en 2024 los 80,2 millones de euros, un 2,5 por ciento más que en 2023, una cifra que en el informe se destaca un año más que «convendrá controlar para mantener la sostenibilidad financiera a medio plazo».
Las claves
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¿Cuánto tiene en el banco? Más de 100 millones de euros
En verdad los fondos líquidos del Consell insular, lo que tiene en el banco distribuido en una gran cantidad de cuentas, son 100,3 millones de euros. No obstante a efectos prácticos son 65,3 ya que se descuentan las cantidades para proyectos que si no se ejecutan deberán devolverse y las deudas de dudoso cobro.
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Una ligera mejora respecto al último año de la izquierda
El nivel de ejecución de las inversiones fue muy bajo en el primer año completo del PP, pero cabe destacar que se registró una mejoría respecto a las cifras del último año completo de la izquierda, 2022, cuando fue del 14,8 por ciento. En 2023, un año puente, el porcentaje fue del 16,7 por ciento.
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El gasto corriente sigue en aumento: hay que controlarlo
El informe de Intervención sobre la liquidación de los presupuestos advierte de que el gasto corriente –que incluye el de personal– de la institución sigue aumentando: en 2024 alcanzó los 80,2 millones. Subraya que «convendrá controlarlo para mantener la sostenibilidad financiera a medio plazo.
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El regreso de las reglas fiscales vuelve a poner freno al uso de los ahorros
El Consell tiene más dinero que nunca en el banco pero ya no va a poder utilizarlo con la misma alegría. En 2024 concluyó la suspensión de las reglas fiscales vigentes desde 2020 primero por la pandemia y después por la guerra de Ucrania. Eso quiere decir que el equipo de gobierno ya no tendrá la libertad de incorporar remanentes, suplementos de crédito y créditos extraordinarios, sino que, advierten desde Intervención, se deberán analizar con lupa en el momento de tramitarlas. Entre 2014 y 2020 el superávit solo podía usarse para gastos del año anterior, amortización de deuda e inversiones que fueran financieramente sostenibles.
Una institucion que no invierte teniendo remanente es un insulto a la inteligencia de la sociedad, el dinero recaudado es para gastarlo en beneficio de los habitantes de Menorca para mejorar entre otras cosas servicios sociales o publicos como remodelar infraestructuras etc. Pero esta instituvion esta empecinada en ganarse a pulso la desaprobacion de los menorquines por su nefasta labor.