Los miembros de la Cofradía de San Cornelio se reunieron en el predio de Torralba para cerrar los festejos de Semana Santa con el tradicional almuerzo de hermandad. El evento reunió a unas 80 personas que dieron buena cuenta de una fideuá y un arroz negro, preparada por los propios centuriones. El acto, en el que estuvo presente el obispo Salvador Jiménez y el padre Josep Manguán, se cerró con dos brazos de gitanos de más de tres metros.
Los centuriones, de celebración
Redacción Menorca | Maó |