Una dotación del parque de bomberos de Maó tuvo que desplazarse este martes por la mañana a una de las zonas donde tuvo lugar el devastador incendio forestal, la pasada semana en la urbanización del Arenal d'en Castell.
Los bomberos recibieron un aviso de una columna de humo que aparecía en una parcela situada en Coves Noves, al otro lado de la carretera de acceso a la urbanización, en un lugar próximo a donde se había originado el incendio que quemó 36,7 hectáreas.
La columna de humo se localizó en un solar muy próximo a una zona de ocio y restaurantes donde también había llegado el fuego, tras cruzar la carretera, en la madrugada del martes de la pasada semana.
El fuerte calor propició ese pequeño rebrote favorecido por la temperatura elevada que todavía conserva el subsuelo en muchas de las zonas donde se esparcieron las llamas. El rebrote, que no derivó en llamas, sí que causó cierta alarma dada la sensiblidad existente entre el vecindario como consecuencia del triste suceso.
Los bomberos acudideron sobre las 10 de la mañana para lanzar agua en la parcela donde había aparecido el humo y refrescarla.